lunes, 11 de septiembre de 2017

10 de Septiembre.

Plaza de toros de Aranda de Duero. 

Primer festejo de la feria en de las fiestas patronales 2017. 

“Un quinto toro que dejó en evidencia a un presidente y a un torero”

Ganadería

Toros de Cortés. Encaste Domecq, de .desigual presentación. Los tres primeros muy cómodos de cara que hizo pensar a algún incrédulo sobre la integridad de las defensas. Destacó el quinto, un animal encastado y el tercero con algo de casta, los demás con excesiva nobleza, blandos y descastados. En varas a excepción del quinto, todos fueron despachados con un picotazo. 

Terna:
  • Miguel Abellán De blanco y plata. En el que abrió plaza, pinchazo y estocada caída, delantera y atravesada y descabello. Aplausos. En el cuarto estocada muy baja y atravesada, que dio origen a protestas y descabello. Oreja benevolente.
  • Joselito Adame: De gris y oro. En su primero pinchazo sin soltar y estocada tendida perdiendo la muleta. Oreja. Estocada baja en la suerte contraria. Oreja. Salió a hombros por la puerta grande.
  • Jiménez Fortes. De azul pavo real y oro. : En el tercero bajonazo de escándalo. Bronca. Estocada baja y tendida en el que cerró plaza. Oreja tras aviso. 
Presidente: 

No estuvo a la altura el presidente de lo que se debería exigir en estos espectáculos, que aunque en esta ocasión se llene de colorido por las peñas, deberían ser más escrupulosos en la toma de decisiones. En el quinto se equivocó al cambiar el tercio de varas con un solo puyazo. El toro, un animal encastado, lo dejó crudo en el caballo, evitando que los aficionados presente lo pudieran ver de nuevo en su pelea con el montado. También permitió dejar en el ruedo al primero de la tarde, un animal inválido no apto para la lidia, perjudicando con ello los intereses de los espectadores. En la concesión de trofeos fue muy generoso, ya que en ningún caso hubo petición mayoritaria. Tuvo el detalle de cambiar el tercio de banderillas con tres garapullos solo, cuando el reglamento exige que debe hacerlo como mínimo con cuatro. 

Cuadrillas y otros: 

La plaza registró algo menos de media entrada. Antonio Ferrera se cayó del cartel y fue sustituido por Miguel Abellán.

En cuanto a la labor de las cuadrillas destacó Fernando Sánchez en banderillas, y en el debe de los toreros de plata quedó reflejado el espectáculo bochornoso que ofreció la cuadrilla de Fortes, en el tercio de banderillas en el tercero y sexto de la tarde. 

Comentarios:

El quinto de la tarde presentó pelea desde su aparición en el ruedo pero tanto el presidente como el torero no estuvieron a la altura que requería la ocasión. El presidente al cambiar el tercio de varas con un puyazo, mostrando un desconocimiento sobre las condiciones del animal, y por otro lado el torero, Adame, que tuvo que tirar de repertorio ventajista para que su enemigo no lo dejara en ridículo, y a pesar de esto, el animal estuvo muy encima del torero. Todo lo que aconteció en la tarde no creo que perdurara ni un instante en la retina de los aficionados, salvo la merienda, los tragos de la bota, las peticiones de trofeos a faenas sin ningún valor torero y las protestas del respetable cuando el toro acudía al piquero, hecho que a cualquier aficionado no deja de sorprenderle. 

Como decía, Joselito Adame recibió al quinto con unos muletazos por bajo intentando bajarle los humos al encastado animal, para continuar pasarlo por el pitón derecho, pero el toro empujaba por ese lado y el torero mexicano mostró disposición pero en una línea ventajista. Al natural el toro mostró más dificultades, pero el torrero no pudo con él. Era impresionante ver la fijeza del animal pidiendo pelea al torero, pero Adame en lugar de poderle toreando y con la técnica y valentía que atesora su muleta, prefirió las ventajas, limitándose a acompañar las embestidas de su enemigo y claro, así no se podía dominar a una toro encastado. En su primero el toro le mostró sus credenciales perdiendo la verticalidad en los primeros compases de faena, a pesar de haber derribado al montado en el primer tercio. Ante un animal inválido, Adame se tuvo que dedicar a mantenerlo en pie, perdiéndole pasos y sin someterlo en ningún momento, pero los circulares invertidos y algunos detalles en la cara de un inválido, le valió el reconocimiento del gran público que le premió con un trofeo.

Miguel Abellán que sustituía a Antonio Ferrera, se encontró en el que abría plaza con un enemigo de escasas fuerzas, recibiéndolo de hinojos desde la boca de riego, continuó con series de derechazos sin olvidarse de meter el pico, sin embargo no olvidó colocarse al hilo del pitón sin cruzarse ni cargar la suerte. Con la izquierda solo se le anotó un solo natural sin echar el toro para fuera. El animal metía la cabeza de lujo, pero el torero no aprovechó esta condición. En su segundo de condición igual al anterior, se limitó a pasarlo con la muleta a media altura. En el toreo al natural no consiguió acoplarse y en ningún momento adelantó la pierna contraria, escondiéndola como si de un tesoro se tratara. 

El tercero de la tarde mostró algo de casta y al pasarlo en la muleta Jiménez Fortes, sabía lo que dejaba atrás y no permitió estar a gusto al torero malagueño. Tampoco mostró disposición a someterlo y corregirle con temple las bruscas embestidas. En los remates tiró del recurso del arrimón, pero no pudo evitar que el toro se fuera sin torear. Una fea estocada levantó el enfado del público. En el sexto se encontró con un manso y descastado enemigo, que tuvo una mala lidia y llegó a la muleta con poco recorrido. El torero sin descomponer la figura le sacó lo que no tenía, y a pesar que su enemigo no transmitía nada, el torero trató de poner la guinda que le faltaba a la faena. Un trofeo fue el regalo a su seria disposición. 

©Pepeíllo.

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