viernes, 14 de junio de 2019

13 de junio de 2019

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

30ª de Feria. Corrida de toros. 

“La casta se quedó en Comeuñas” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de Herederos de D. Celestino Cuadri Vides. Aunque proceden de Santa Coloma, en la línea de Esteban González del Camino, rama ibarreña, algo de Urcola y de Gamero Cívico en la línea de José María Lancha, hoy está considerado como encaste propio. El ganado estuvo bien presentado, pero el juego que dieron estuvo en la línea de la mansedumbre y el descaste y algunos con evidente peligro. 

Terna: 
  • Rafaelillo: De grana y oro. Pinchazo sin soltar, estocada y descabello. Silencio. En el cuarto estocada perpendicular y dos descabellos. Se echó el toro. Silencio. 
  • López Chaves: De carmesí y oro. Estocada atravesada, aviso y dos descabellos. Se echa el toro. Aplausos. En el quinto estocada trapacera y estocada tendida, aviso y dos descabellos. El toro fue a morir a toriles. Silencio 
  • Octavio Chacón: De paja y oro. Estocada caída habilidosa. Silencio. Cuatro pinchazos el último hondo y tres descabellos. Se echa el toro. Silencio. 
Presidente: D. Trinidad López-Pastor Expósito. 

Sus decisiones no influyeron en la lidia. 

Cuadrillas y otros

La plaza registró unos tres cuartos del aforo. 

Al terminar el paseíllo el tendido 7 mostró una pancarta en agradecimiento a D. Fernando Cuadri, recientemente jubilado y en agradecimiento a su labor en una ganadería emblemática del campo bravo español, despreciada como tantas otras por las figuras de turno. 

Los que lucieron el castoreño no anduvieron muy finos en sus labores ya que algunos de ellos recibieron la recriminación del público por su ingrata labor hacía los animales, a los cuales los castigaron son saña. 

Comentarios: 

Los aficionados salieron decepcionados del coso venteño ya que el juego de los “Cuadri” fue decepcionante. Lo que salió de la finca Comeuñas fue solo mansedumbre. El juego que dieron en el caballo no fue bueno dejándose pegar y saliendo sueltos de los varilargueros, que se ensañaron en el castigo. 

En primer lugar saltó a la arena Nadador, que no se empleó en el caballo y fue castigado trasero. A la faena de muleta llegó sacando la cara por las nubes, Rafaelillo trató de meterlo en la muleta pero el animal no tuvo ni categoría para la lidia. Por el pitón izquierdo fue un marrajo que medía las embestidas buscando la presa que se escondía tras la tela roja. El cuarto de nombre, Crisantemo, no dio juego en el caballo, únicamente se dejó pegar. Con la muleta el torero murciano se dobló con el burel al principio de faena pero el animal no encontró aliciente en la pelea y comenzó a presentar las complicaciones de su mansedumbre, el matador intentó fajarse con él pero en una labor deslucida. Al final el manso se rajó y el torero tomó el acero. 

El segundo saltó a la arena con el nombre de Alemán y a pesar de ser muy mal picado el toro estuvo en la línea de sus hermanos de camada, manso y descastado. En la muleta López Chaves lo intentó al natural pero el animal tenía muy poco recorrido y mucha sosería en sus embestidas. Con la mano derecha se encontró con el mismo resultado, el toro acudía al engaño sin codicia y el torero terminó ahogándole la embestida que nunca tuvo, tratando de sacarle al burel lo que no tenía. El quinto atendía con el nombre de Contratista. Fue muy mal picado a pesar de mansear en el caballo, solo se dejó pegar. El torero salmantino quiso ponerse bonito y el toro se le coló al principiar la faena. El animal no permitía alegrías acudiendo al engaño midiendo y con medias embestidas. El matador insistió tratando de agradar y después de muchos intentos por el pitón derecho se dio cuenta que el bueno era el izquierdo, logrando sacarle dos tandas de naturales que supieron a gloria. El estoque hizo que perdiera el agradecimiento de los presentes. 

El tercero de la tarde, de nombre Capitán continuó en la misma línea.. Manseó en el caballo y en la muleta Chacón lo recibió con unos muletazos por alto donde el toro echó la cara buscando herir a las nubes. Lo intentó el matador por el pitón derecho pero el toro acudía sin codicia y mucha nobleza. No había toro y el gaditano comenzó a pisar terrenos comprometidos buscando que su labor llegara a los tendidos. Pero no encontró condiciones en su enemigo para tal proeza. El sexto, de nombre Goyesco, desbordó a Chacón al recibirlo de capote, pero le ocurrió como a sus hermanos de camada, que recibió un mal trato de los piqueros y en la muleta no mostró interés en la pelea, solo condición de manso y sin gota de casta. Chacón, a pesar de no estar fino, lo intentó por ambos pitones y al no ver claro su comportamiento decidió tomar el acero. 

Una pena ganadero despedirse de Madrid con lo ofrecido en esta corrida, pero la afición dio la cara acudiendo a la plaza. Los que no lo hicieron fueron los “isidros”, que continúan creyendo que el arte está en los toritos de cartón piedra y en las figuras que los destorean. Gracias D. Fernando. 

©Pepeíllo.

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