jueves, 12 de mayo de 2022

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Corrida de toros

“A Aguado no se le vio, pero estuvo”

Ganadería

Se lidiaron 6 toros de La Quinta, procedencia Conde de Santa Coloma. Flojitos de casta, y excepto el quinto nobles y blandos. En el caballo cumplieron, pero los picadores, excepto Mario Benítez, que se agarró bien en las dos entradas en el tercero, les arrearon de lo lindo y tapándole la salida. Al segundo no lo lucieron en el caballo, pero dio un buen juego en la muleta y fue aplaudido en el arrastre.

Terna:
  • Morante de la Puebla. De gris perla y azabache. En el primero estocada desprendida. Silencio. Dos pinchazos y estocada desprendida en el cuarto. Silencio.
  • El Juli: De marino y oro. En el segundo, estocada arriba. Oreja. En el quinto pinchazo sin soltar, pinchazo hondo y descabello. Vuelta al ruedo.
  • Pablo Aguado: De verde y oro. En el primero de su lote, estocada tendida, trasera y caída. Silencio. Tres pinchazos y estocada casi entera en el que cerró plaza. Silencio.
Presidente: D. Gonzalo J. de Villa Parro.

En el segundo tardó en conceder la oreja al Juli, para evitar malos entendidos entre los “isidros”, ya que estos, junto con el triunfalismo de algunos presidentes, estaban dispuestos a tirar la casa por la ventana y conceder el segundo trofeo sin ser merecedor de ella Se equivocó en el cuarto, cambió el tercio de banderillas con tres palos.

Cuadrillas y otros.

Primer lleno de la feria, donde se colocó el cartel de “No hay Billetes”. Tarde veraniega y con un cartel de lujo. Los del clavel presagiaban tarde donde la magia manaría de las telas de los toreros, pero salvo el Juli, los demás sacaron a relucir la desilusión.

Al terminar el paseíllo, en el tendido bajo apareció una pancarta, con el siguiente texto: “Palcos exigentes, No al triunfalismo”. Estos detalles son los que hacen que algunos periodistas vendan su voluntad al mejor postor, y siempre tengan la pluma afilada para criticar con mordacidad a los aficionados que luchan por la verdad de la fiesta. Después irán a los despachos y a los hoteles a reclamarles a los gestores el pago de sus sevicias a los aficionados y a la fiesta. ¡Como simples gacetilleros! No descubren nada.

En el tercero de la tarde se desmonteró Iván García al colocar dos pares de banderillas espectaculares y en el sexto lidió con mucha sobriedad y eficacia.

Comentarios:

¿Pablo Aguado estuvo, o no estuvo en Las Ventas?. Se anunció y si estuvo, pero nadie notó su presencia. Si estuvo influenciado por los santacolomas, de nombres Camarero y Jaquetón, alguien debería haberle informado que los santacolomas ya no son lo que eran, por lo menos lo que se lidió ayer. El caso es que estuvo apático, vulgar, ventajista, llevando al toro con el pico de la muleta, escondiendo la pierna contraria, en una palabra, estuvo para ofrecer todo lo que un torero no debe ni pensar.

Morante de la Puebla a pesar de demostrar su interés por la fiesta, anunciándose en cualquier rincón de España, se fue de vacío, no de trofeos, de voluntad y disposición. A su primero, de nombre Lorito, le atizaron en el caballo, no se sabe si por recomendación del matador, eso lo sabrán sólo ellos, el caso es que el animal llegó a la muleta para pocos juegos. El torero se limitó a templarlo en algunos redondos, y al natural sacarle algunos muletazos, pero siempre fuera de cacho. En su segundo, llamado Ladrillito, al recibirlo de muleta se vio que el animal se sentiría muy mayor para que le tomara el pelo con tonterías muleteriles. El matador se limitó a quitarle las moscas y su enemigo a soltar la cara cada vez que sentía el trapo cerca de él.

El Juli dentro de su toreo rudo y basto, ayer mostró ante sus dos enemigos, de nombres Bellotero y Gañafote, que quiere que se le recuerde como torero, por lo menos sus partidarios. Puso empeño tanto en el segundo de la tarde como en el complicado quinto, así lo reconoció casi el lleno que registró el coso de la calle de Alcalá. Quiero dejar claro que este torero no me ha entusiasmado, pero ayer mostró todo lo que sabe hacer. Que no es lo que los puritas exigen, de acuerdo, pero el matador sacó del fondo de su armario lo que nunca había mostrado en esta plaza. En su primero aprovechó la calidad de su enemigo, y en quinto mostró oficio para sacarle al complicado animal lo que no estaba dispuesto a dar. Así lo vi, y así lo escribo.

©Pepeíllo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pablo Aguado en su primero, intentó hacer el toreo de pueblo "festivalero"y el público no se lo permitió. En ese corto espacio se le vio y no se le consintió.
Pepe. Un abrazo y hasta luego.