viernes, 31 de mayo de 2024

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

FERIA DE SAN ISIDRO 2024. Corrida de toros.20ª de feria.

“La casta puso a cada uno en su sitio”

Ganadería

Se lidiaron 5 toros de Santiago Domecq y un remiendo de Luis Algarra lidiado en cuarto lugar. De su juego variado se sacó la conclusión que dos toros estuvieron por encima de los toreros, el tercero y el quinto, pero con matices. El tercero recibió una ovación de lujo en el arrastre. Se comentaba en los mentideros del taurinismo reinante, que por la mañana hubo movida de corrales y el ganadero tuvo que presentar muchos animales para que los veterinarios pudieran elegir cinco. ¿Por quién sería? ¿Por Talavante?

Terna:
  • Uceda Leal. De azul celeste y oro. Estocada caída. Saludos. En el cuarto estocada desprendida. Saludos desde el callejón.
  • Alejandro Talavante. De marino y oro. Estocada entrando fuera de cacho. Silencio. En el quinto estocada trasera tirándose por derecho. Aviso y dos descabellos, el último barrenando. Silencio.
  • Borja Jiménez. De rioja y oro. Pinchazo, aviso, estocada trasera y baja. El toro tuvo una muerte brava. Oreja. En el sexto estocada arriba. Silencio.
Presidente: D. Eutimio Carracedo Pastor.

Sin problemas en su cometido.

Suerte de varas:

  1. Abrileño. N. 53. 559 Kg. Colorado. Acudió al caballo descompuesto y el picador se agarró trasero e hizo una fea pelea. En la segunda entrada lo castigó trasero y salió suelto.
  2. Insurrecto. N. 120. 562 Kg. Negro listón. Se dejó pegar y a la salida perdió las manos. En la segunda entrada le pegó fuerte el piquero y el toro se dejó pegar.
  3. Experto. N. 29. 543 kg. Negro. La primera vara la vara cayó trasera y no lo castigó. El animal se durmió en el peto. En la segunda marcó el castigo.
  4. Rabicano. N. 14. 579 Kg. Negro bragado. Castigado trasero, se dejó pegar y salió suelto. En la segunda entrada manseó descaradamente, no se empleó y se repuchó.
  5. Tejonero. N. 54. 600 Kg. Negro listón. Derribó en la primera entrada. En la segunda se agarró el picador y el toro empujó sin fijeza.
  6. Emperador. N. 44. 588. kg. Colorado. Se agarró delantero el picador y el animal hizo una fea pelea. En la segunda entrada midió el castigo.
Cuadrillas y otros.

De nuevo se agotó el papel. El picador Alberto Sandoval se retiró del ruedo entre aplausos al picar al sexto. Buena labor del montado. En el segundo se lució en la lidia Javier Ambel y en el quinto se desmonteró en el tercio de banderillas. Creo que fue excesivo el premio.

Comentarios:

Talavante se encontró con Tejonero en el quinto de la tarde. El toro cumplió en el caballo, pero cuando llegó a la muleta, fue recibido con dos estatuarios, un pase cambiado y uno del desprecio. Eso del desprecio no debió gustarle mucho a Tejonero. Continuó embistiendo y el torero sacó de su muleta algunos pases que auguraron una faena cumbre, pero no. El pacense comenzó a mostrar el pico y su mala colocación, y al verse acosado por las protestas de los aficionados, tomó el camino facilón de un muletazo aquí otro allá sin que su labor se viera reflejada en la seriedad del toreo. En la misma seriedad que mostró Uceda en sus dos enemigos, citando con la muleta “planchá” y sin descomponer la figura, pasándose a su enemigo por el fajín. Mala suerte que su lote no tuviera más movilidad para que el madrileño mostrara el toreo que lleva grabado en su cabeza, y que no es otro que ir con la verdad por delante. Una pena, Uceda.

El que pudo romper la tarde fue Borja Jiménez, pero se encontró con un gran toro, de nombre Experto que regó de casta el albero venteño. La disposición del sevillano estuvo fuera de toda duda, y si no consiguió un triunfo rotundo fue porque el toro estuvo por encima de él, y eso en esta plaza cuenta más de lo que los taurinos quieren imponer. La pelea entre el hombre y la bestia emocionó a los presentes. Y la emoción es complicada de definir, o se siente, o no se siente. El sexto no le regaló nada al sevillano, estuvo dispuesto ante un enemigo que calamocheaba , tratando de acoplar su muleta a las condiciones del toro, pero el animal no estuvo dispuesto a regalarle un muletazo, y menos por el izquierdo. Se le coló por ese pitón y a punto estuvo de darle un disgusto.

Talavante en su primero no encontró toro, al segundo muletazo el animal perdió las manos. No hay toro, no hay emoción.

©Pepeíllo.

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