domingo, 2 de junio de 2024


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

FERIA DE SAN ISIDRO 2024. Corrida de toros.22ª de feria.

“Al final casi vivimos un drama”

“A mi amigo Luis C. Por su afición y entrega está segura la fiesta”

Ganadería

Se lidiaron 5 toros de Pedraza de Yeltes y un remiendo de Torrestrella, corrido en sexto lugar. Mansos en el caballo, blandos, nobles y poca casta. Aportaron muy poco a la línea que viene siendo habitual a en esta feria. Otro de los problemas que adolece el ganado en general es la falta de fuerzas, no se emplean en el caballo y llegan a la muleta para no rodar por la arena y a esto se une una nobleza impropia de un animal que debe dar miedo a los espectadores. El segundo fue devuelto a los corrales, lidiándose un sobrero de Chamaco, sobrado de romana y de nobleza pero falto de casta. El sexto, un manso encastadito de Torrestrella, rompió la entrega y nobleza que habían mostrado los anunciados pupilos que se crían en Salamanca bajo la tutela de José Ignacio Sánchez, el torero que pudo ser la izquierda de “Dios”, pero…

Terna:
  • Juan Leal De rosa palo y oro. Estocada tendida y atravesada. Silencio. En el cuarto estocada trasera, baja y tendida. Silencio. En el quinto y sexto que tuvo que estoquear por cogida de sus compañeros, silencio y silencio.
  • Francisco José Espadas. De vainilla y oro. En su primero estocada baja. Aviso. Silencio.
  • Isaac Fonseca. De verde esmeralda y oro. Estocada baja tirándose por derecho. Oreja.
Presidente: D. Víctor Oliver Rodríguez.

Sin problemas en su funciones.

Suerte de varas:
  1. Alambisco. N. 10. 545 Kg. Colorado. En la primera entrada el matador lo puso de largo pero el toro no acudió al caballo. Cuando lo cerró y en las dos entradas no se entregó en la pelea por falta de fuerzas y el piquero se limitó a sujetarlo.
  2. Fantasmón. N. 24. 590 Kg. Negro. El juego en el caballo se limitó a dejarse pegar. Si en este tercio los profesionales tuvieran que hacer aficionados, apañada iba la fiesta. Me vergüenza tener que escribir casi siempre lo mismo, menos mal que no vivimos de esto y está en puertas la I. A y eso nos va a evitar tener que continuar pasándola.
  3. Liriquillo. N. 6. 531 kg. Colorado. En la primera entrada fue castigado bajo, hizo una fea pelea y salió suelto. En la segunda entrada se arrancó de largo pero tanto el que montaba el caballo como el animal, dieron un mal juego. Creo que alguien falló en la selección de ambos..
  4. Potrillo. N. 28. 560 Kg. Colorado. El animal anduvo suelto sin que nadie lo sujetara, otro hecho más que muestra que a los toreros solo les interesa la faena de muleta, lo demás, es un puro trámite. Se marchó al picador de reserva mientras que el torero que tapaba puerta, Vicente Herrera, hizo el D. Tancredo. Seguro que no abonaría el torero esta función al peón. Y volviendo a lo serio, el animal en las dos entradas se dejó pegar. Nada más
  5. Burraco. N. 9. 580 Kg. Colorado. La lidia fue un desastre. En la primera entrada el toro acudió al caballo por sus medios propios, es decir suelto y no se empleó. En la segunda fue castigado bajo y salió suelto. De esta manera no pude ni calificar las condiciones del animal.
  6. Pensativo. N. 3. 573. kg. Negro bragado meano axiblanco. En la primera entrada le arreó el piquero la badana y encima tuvo la desvergüenza, torera, por supuesto de taparle la salida. Así son los del castoreño, como los llamaba el inolvidable J. Vidal. En la segunda entrada se defendió. Que otra cosa podría hacer el animal.
Cuadrillas y otros.

A pesar del cartel la plaza registró un aforo 15.755 espectadores, según la empresa, claro. A ojos vista y por el cemento sin ocupar, no me lo creí. Supuse que muchos abonados estarían de regreso de Londres de ver la final de la Champions y que alguna agencia de “Viajes” le incluiría la corrida de toros, pero decidieron ver la celebración del Madrid.

Vamos a lo serio. En el tercero se tuvo que desmonterar la cuadrilla al completo. Juan Carlos Rey y Jesús Robledo, “Tito” al banderillear y Raúl Ruiz en la lidia. Fue un autentico placer ver torear de capote a un torero de plata, llevando al toro metido en el percal y recogerlo al burladero del 1 toreando a una mano.

Comentarios:

Hasta el tercer toro la corrida iba adornada con la orejita de Isaac Fonseca, trofeo que solicitó con entusiasmo el público, con el mismo entusiasmo que puso el torero en su labor, pero, toreo, una tanda naturales aseada y valientes redondos de hinojos. Lo demás adornado con el toreo moderno sin colocación..

La segunda parte de la corrida tomó otro cariz. Los empleados de la plaza asearon el albero antes que apareciera el cuarto toro. Lo dejaron impoluto, para que Juan Leal se sintiera en la necesidad de torear, pero no fue así, el francés no pudo con su enemigo y después de citar en la distancia con un pase cambiado que casi le cuesta un disgusto, intentó hacer el toreo moderno pero el exigente toro no se lo permitió al adolecer de mando El animal terminó rajándose y acudiendo al engaño con la cara por las nubes. Durante la faena hubo un detalle que los observadores no pasaron por alto. Alguien desde la tronera le indicaba al torero que lo cerrara, ya que se había equivocado de terrenos, pero el pescado ya estaba vendido.
Pero en esta segunda parte y con el albero cuidadísimo también iba quedar, desgraciadamente, regado con la sangre y el dolor, tanto de Francisco José Espadas, en el quinto, como de Isaac Fonseca en el sexto ante, un encastadito toro de Torrestrella, ambos cogidos durante la faena de muleta Fue muy triste ver abandonar el ruedo a pie solo a Juan Leal que tuvo que despenar a cuatro toros, dos de su lote y el quinto y el sexto por cogida de sus compañeros. A la vez que fue triste, fue emotivo que al torero francés al abandonar la plaza se unieran las cuadrillas de los toreros que quedaron en el “hule” de la enfermería

Pero de estas sombras que a veces oscurecen los ruedos de los valientes que se enfrentan a ganaderías denominadas duras, hubo un detalle que lleno de indignación a los presentes o así lo entendimos. En el quinto y una vez retirado a la enfermería Francisco J. Espadas, el director de lidia en lugar de machetearlo y entrar a matar, intentó hacer faena y eso no es ético por lo menos en esta profesión.

©Pepeíllo.

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