viernes, 4 de octubre de 2024


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Feria de Otoño. Corrida de toros.

“La ignorancia da la felicidad”

Ganadería

Se anunciaron 6 toros, cuatro del Puerto de San Lorenzo, 1º, 2º, 3º y 6º y dos de La Ventana del Puerto, 4º y 5º. De variada presentación y escasos de fuerza. El tercero fue devuelto a los corales al perder las manos durante la lidia y en lugar se corrió un sobrero de Juan Pedro Domecq. En el caballo no se entregaron, mansearon y alguno se dejó pegar, pero destaco la mansedumbre. En la muleta destacaron el segundo y sexto.

Terna:

Manzanares: De sangre de toro y oro. Dos pinchazos, uno sin soltar en el que abrió plaza, metisaca y estocada. El toro se echó en toriles. Silencio. En el cuarto metisaca con un bajonazo que sentiría vergüenza hasta el matador.y estocada tirándose fuera de cacho. Pitos.

Román: De azul cielo y azabache. Media estocada perpendicular y dos descabellos tras aviso. Saludos desde el tercio. En el quinto estocada caída y atravesada. Silencio.

Tomás Rufo: De En el tercero estocada caída que vale. Silencio. En el sexto estocada casi entera caída. Y descabello. Vuelta al ruedo tras petición.

Presidente: D. José Luis González González

Devolvió el tercero al considerarlo no apto para la lidia. En el sexto aguantó las presiones de los pañuelos, no mayoritarios solicitando un trofeo para Tomás Rufo. Estuvo acertado el presidente.

Suerte de varas:

1º. Cubatisto. Nombre de triste recuerdo. En esta ocasión el animal mostró mansedumbre en el caballo al salir suelto las dos ocasiones que acudió al montado.

2º. Cubilón. En la primera entrada el picador se agarró bien pero no lo castigó y empujó sin clase. En la segunda vara se cumplió con el mismo comportamiento. En ambas salió suelto y peleó sin fijeza.

3º. Milagro. Empujó en el peto en la primera entrada tapándole la salida el montado y salió suelto. En la segunda entrada se dejó pegar.

4º Barbaclara. En el cuarto marró el piquero y al rectificar lo castigó trasero. En la segunda entrada también marcó trasero y el manso intentó librarse del hierro.

5º Mitinero. Se dejó pegar y salió suelto en la primera entrada, en la segunda no se empleó.

6º. Fardero. Empujó sin clase y en la segunda vara hizo una fea pelea.

Cuadrillas y otros.

El coso venteño registró un aforo de 16.274, según la empresa. En general las cuadrillas cumplieron en su labor. Con los palitroques destacaron Diego Vicente en el primero y Andrés Revuelta en el sexto, ganándole la cara en el primer par.

Comentarios:

Manzanares volvió a vestirse de luces en Las Ventas después de la bochornosa actuación en Linares el pasado 28 de agosto. La casa Matilla debería romper las relaciones con el alicantino y no solo por ese detalle, sino porque este matador lleva varios años burlárdose de los espectadores y esta tarde fue una más en su carrera. Lo que hizo en el cuarto fue de vergüenza, mofarse de todo el público ante un animal que representaba fielmente lo que torean las figuras como él en la geografía española. No vuelva más Manzanares. En el primero y ante un noble y soso animal no dio ni un muletazo que mereciera la pena. Basó toda su faena citando descaradamente con el pico. Cuando lo intentó al natural sacó a relucir las ventajas que casi siempre han adornado su carrera, citando al hilo del pitón, con la suerte descargada, limitándose a acompañar las embestidas de su oponente. ¡Como figura, debería sentir sonrojo, matador!

Román en su primero dejó ver a su enemigo, citando con distancia y ofreciendo lo que tiene en su repertorio. El animal tenía tendencia a macharse a tablas y el torero tuvo la virtud con toques de muleta de mantenerlo en la pelea en los medios. Puso mucha voluntad en el toreo en redondo, pecando de citar fuera de cacho, pero todos conocemos las virtudes del torero valenciano, pero no decepcionó a nadie. La pena fue que tuvo un buen toro y lo que hizo llevó su firma. Al natural el toro tuvo menos recorrido y el torero hizo lo que tuvo a su alcance, y como dije, no defraudó. Con el quinto cambió el panorama, el animal no tuvo faena y el torero tuvo que basar su labor en muletazos por alto para mantenerlo en pie.

El primero de Tomás Rufo fue un sobrero de Juan Pedro Domecq. Un lujo de sobrero. El toledano recibió de hinojos a un toro que tenía mucho que torear y que se comía la muleta con nobleza. Al natural el animal continuó acudiendo a los cites, pero el torero no se acopló y en cada muletazo terminaba tocándole la pañosa. El matador confundió la cantidad con la calidad. Al final se puso pesado. En el sexto tuvo otro enemigo de triunfo, pero no lo aprovechó .estuvo por debajo del toro, ya que en ningún momento se colocó en su sitio, citando fuera de cacho y escondiendo la pierna contrario. Fue una pena, pena que sufrieron los aficionados al ver que el toro necesitaba un torero que interpretara el toreo de verdad y la muleta de Rufo no lo entendió así. Los tendidos triunfalistas lo pasaron en grande con ese toreo y no entendieron que el grupo exigente criticara el toreo del matador. Como decía la ignorancia genera felicidad.

©Pepeíllo.

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