jueves, 5 de junio de 2025

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros

Feria de San Isidro: 24ª de feria.

“El escalafón debería renovarse”

Se celebró el 24ª festejo de la feria. Se anunciaron 6 ejemplares de Jandilla, de variada presentación y de juego para figuras, con una falta total de casta, blandos y nobles El quinto se dañó al rematar en el burladero del 1 y quedó inutilizado para la lidia. En su lugar se corrió un sobrero del mismo hierro, y tan blando como sus compañeros de camada. El coso registró un aforo de 22.964 espectadores según la empresa. Al devolver el quinto, se debió estropear una puerta de chiqueros y anduvo la reata de cabestros por el ruedo acompañando al noble toro hasta que pudieron entrar a los corrales.

Terna:

Sebastián Castella: De catafalco y plata. Estocada trasera y descabello tras aviso. El animal tardó en caer. Silencio. Pinchazo hondo y trasero y dos descabellos. Vuelta por su cuenta.

Manzanares: De marino y oro con cabos de otros tonos. Estocada desprendida saliéndose de la suerte. Silencio. Estocada baja, al intentar descabellar el toro no humillaba. Al final se echó para no levantarse más. Silencio.

Borja Jiménez: De vainilla y oro. Estocada baja. Oreja. Estocada baja. Silencio.

Presidente: D. Víctor Oliver rodríguez

Salvo el ganado, elegido para la ocasión, blando y sin gota de casta e impresentable para "la plaza de primera plaza del mundo", sin problemas en sus funciones durante la lidia. Devolvió al quinto al dañarse contra el burladero del 1.

Suerte de varas.

Continúan los piqueros tapándoles la salida a los toros, midiendo el castigo en exceso ante animales que no respondieron en la pelea en el caballo.

CUADRILLAS.

Cumplieron los toreros de plata en sus labores. Sólo una crítica. Continúan citando desde los burladeros con los capotes en lugar de detener al toro en el ruedo. En el segundo el picador fue aplaudido cuando se retiraba del ruedo después de taparle la salida al toro en el primer puyazo. El montado hizo lo que debía, agarrarse arriba.

TORO A TORO

1º Tomatero. N. 49. 580 Kg. Negro. Cuatreño. Hizo una fea pelea y el piquero no lo castigó. En la segunda entrada recibió un picotazo.

2º Artista. N. 34. 5814 kg. Negro listón. Cuatreño. Acudió suelto al caballo y el montado le arreó tapándole la salida. En la segunda se agarró y marcó el castigo. El toro salió suelto.

3º Vid. 53. 533 Kg. Castaño. Cuatreño. El picador midió el castigo, pero le tapó la salida. El picador se agarró arriba en las dos entradas, pero el animal no se empleó en ninguna de ellas.

4º Zafio. N. 18. 545 kg. Castaño. Cuatreño. En la primera vara ni el picador ni el toro se emplearon en la pelea. En la segunda se limitó a sujetarlo y tampoco se empleó, saliendo suelto.

5º Marcadito. N. 104. 605 kg. Negro. Cuatreño. Hizo una fea pelea en la primera entrada al montado, le tapó la salida mostrando blandura de remos. En la segunda le arreó, se dejó pegar haciendo una fea pelea.

6º Oftalmólogo. N.23. 628 kg. Jabonero. Cuatreño. El picador se agarró arriba y midió el castigo. En la segunda acudió al caballo sin colocar y tampoco fue castigado.

CRONICA:

El ganado debió ser elegido para la ocasión y “losjandillas” serían elegidos para no molestar a las figuras, llenar la plaza y de paso  el albero venteño de una evidente falta de casta y de excesiva nobleza, y se dio la circunstancia que ante este ganado el único torero que puso el toreo sobre la arena fue Borja Jiménez. Gustó mucho la faena que le hizo al tercero de nombre Vid. Cuando recibió de capote a su enemigo, lo hizo con temple bajándole las manos, el toro se desplazó bien por ambos pitones. En el último tercio comenzó con unos muletazos muy toreros con la rodilla flexionada, el animal respondió al sometimiento del toro desplazándose con nobleza. Continuó con una tanda de redondos sin descomponer la figura, continuando con otra que mejoró la anterior. El animal empezó a mostrar falta de fuerzas a pesar de no haber sido castigado en el caballo, pero el de Espartinas consiguió sacarle una tanda de naturales ligando y vaciando las embestidas para dentro. Se pasó de faena y el toro se fue quedando. sin recorrido. En el sexto se encontró con un toro que no fue castigado en el caballo. Intentó lucirse con el capote, pero el animal no respondió a las exigencias del torero. Con la muleta lo recibió de hinojos en los medios y dio una tanda de redondos templados y con mando. Cuando lo intentó en el toreo serio, el toro se le fue quedando sin recorrido y defendiéndose en la pelea, por lo que terminó punteando el trapo en cada muletazo. Ante esta situación decidió tomar el acero.

El primero del lote de Castella lo desarmó al recibirlo de capote y tuvo que tomar el olivo. El animal tampoco fue castigado en el caballo. No le hizo falta. Al recibirlo de muleta se dobló con él pero el toro mostró escasez de fuerzas. Lo que intentó, tanto en el toreo en redondo como al natural, estuvo falto de contenido. Se fue dispuesto a tomar el acero, pero cambió el rumbo y volvió a la cara del toro para continuar ofreciendo la misma simpleza que la anterior. El presidente le tuvo que enviar un aviso para indicarle que dejara de aburrir a los espectadores. En el cuarto después de no molestarse en lucirse con el capote, con la muleta le recetó al animal unos “estatuarios de castigo”. Continuó con tandas de derechazos, donde en uno consiguió ajustarse un poco. Cuando lo intentó al natural anduvo fuera de cacho y rematando los muletazos para fuera. Este toreo volvió locos a los “isidros”. Se debió animar el torero francés, que tiró de su antiguo repertorio del arrimón, con medios pases hasta ponerse pesado, de nuevo el presidente le tuvo que enviar un aviso, para que dejara de hacer sufrir al pobre animal.

A Manzanares le tocó un lote, sobrero incluido y de Jandilla, que no tuvo necesidad de mancharse el traje. En su primero no intentó lucirse con el capote. Cuando llegó al último tercio, el toro dio una vuelta de campana, motivado por una falta de fuerzas, que marcó su labor en toda la faena. El torero se limitó a colocarse al hilo y a acompañar las embestidas de su enemigo. Supongo que al alicantino le vendría de perlas que el toro tuviera un comportamiento de carretón, de bueyes, claro, ya que no tuvo necesidad ni de despeinarse. Eso sí, se puso pesado tratando de justificarse ante su público que le permite todo, incluso que se anuncie con este descastado ganado, y con el traje impoluto se crea que aún está luciendo su palmito en las pasarelas. Menos torear, le permiten todo. Ni entrando a matar, que ha sido su mayor virtud, intentó hacer las tres cruces, se salió de la suerte supongo que para no mancharse el bonito traje que lucia. Con el cuarto y después de una fea pelea en el caballo, donde mostró una escasez de fuerzas, llegó a la muleta defendiéndose, a pesar de esto comenzó poniendo en apuros al fino torero alicantino, que encontró el abono ideal para tomar el acero y despenar a su enemigo. No recuerdo si dije que Manzanares no llegó ni a mancharse el bonito traje que lucía. Por si acaso, dicho queda. Creo que el empresario que le contrata debería pensar darle un descanso largo a este torero, lleva unos cuantas temporadas, no sé si decir, que le toma el pelo incluso a “su público”.

©Pepeíllo.

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