viernes, 6 de junio de 2025

 Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros

Feria de San Isidro: 25ª de feria.

“Qué pestiño de corrida”

En el 25ª festejo de San Isidro se corrieron toros del Conde Mayalde, con predominante sangre de Juan Pedro Domecq. El primero fue sustituido por inválido, se corrió turno y en su lugar salió el quinto y en lugar de este se corrió el primer sobrero de la misma ganadería. El festejo se celebró ante 18.526 espectadores según la empresa. Confirmó la alternativa Ismael Martín, siendo El Fandi quien le cedió la muerte de Descreído.

Terna:

El Fandi: De azul turquesa y oro. En el segundo estocada algo contraria. Silencio. En el cuarto pinchazo caído que vale. Silencio generoso.

Ismael Martín: De blanco y oro. Estocada al rincón de Ordóñez. El toro tardó en caer. Silencio de aburrimiento. En el quinto el animal se echó durante la faena para no levantarse más. No necesitó ni puntilla. El picador estaría orgulloso de su labor. ¡Tendrían que quitarle el carnet de profesional!

Samuel Navalón: De rosa y oro. En el tercero estocada muy contraria. Tímidos aplausos. En el sexto pinchazo, estocada trasera y descabello tras aviso. Silencio.

Presidente: D. José A. Rodríguez San Román.

Devolvió el primero después de mucho cavilar. Los aficionados les reclamaban la devolución por no reunir condiciones para la lidia y al usía le costó sacar el pañuelo verde. Si no se hubieran producido las protestas seguro que no lo hubiera devuelto, o por lo menos esa era su intención, por el bien de la fiesta, claro.

Suerte de varas.

Mal anduvieron los piqueros. Ángel Rivas se cargó al quinto ensañándose con el toro y se quedaría tan tranquilo. Seguro. Sus compañeros anduvieron a la zaga picando en los bajos, pero no se emplearon con tanta inquina como él, porque los animales tampoco necesitaron un castigo tan cruel. Que tengan en cuenta los matadores el nombre de este individuo para que no forme parte de ninguna cuadrilla.

CUADRILLAS.

En el segundo y quinto de la tarde, los toreros Ismael Martín y El Fandi se repartieron los palos para competir quien lo hacía peor. Sólo Ismael Martín en el quinto consiguió cuadrar un par. En el primero y cuarto parearon individualmente y ambos estuvieron vulgares en sus labores. En el tercero, y en tercer par, el animal le echó la cara arriba en el embroque y Manuel Larios aguantó la acometida con profesionalidad.

TORO A TORO

1º Descreído. N. 29. 543 Kg. Castaño. Cuatreño. Muy mal picado. Le castigó bajo y le tapó la salida. Al animal no se le vio en su comportamiento.

2º Escultor. N. 25. 554 kg. Castaño bragado. Cuatreño. Se empleó en la primera vara y el piquero caracoleo tapándole la salida natural del animal. En la segunda se limitó a sujetarlo y el toro salió suelto.

3º Joyero. 2. 602 Kg. Castaño. Cuatreño. Se empleó en la primera vara, perdió las manos cuando salía del jaco. En la segunda recibió un picotazo.

4º Curioso. N. 53. 546 kg. Castaño salpicado. Cinqueño. Acudió suelto y marcó bajo el castigo rectificando, pero el daño ya estaba hecho. En la segunda entrada hizo una fea pelea sin fijeza y salió suelto.

5º Extranjero. N. 3. 567 kg. Castaño. Cuatreño. Acudió suelto al caballo. El piquero lo castigó bajo. Rectificó, le tapo la salida y le arreó metralla. Salió suelto. En la segunda lo castigó bajo. Muy mal el picador. El animal volvió a salir suelto. ¡Y quién no!

6º Destocado. N. 46. 573 kg. Castaño. Cinqueño. En la primera entrada se limitó a sujetarlo. Volvió a entrar al relace y repitió la misma operación.

CRONICA

La tarde fue de aburrimiento. Ningún torero mostró algo para recordar, y el ganado defraudó, se esperaban más de los toros del “conde”. El quinto fuera masacrado en el caballo y se echó en la faena de muleta y tuvieron que apuntillarlo, pero no fue óbice para que el juego en conjunto fuera un “petardo”, que hará reflexionar al ganadero.

Si sorprendió el mal juego del ganado, a nadie le sorprendería la actuación de El Fandi, torero fajado en mil batallas mediocres, claro, limitado en el manejo de la muleta y convertido en sus 25 años de matador de toros, en un vulgar rehiletero y por ende dueño del escalafón. De nuevo lo demostró en sus dos oponentes. En banderillas solo mostró espectacularidad en la colocación de los pares al violín, nada más, y con la muleta solo dio trapazos. Es un fenómeno de la casuística, pero ahí está su carrera. Llena de éxitos en otros cosos y en esta plaza los “isidros” le han tratado siempre con mucha generosidad. Llamó la atención un detalle, lo poco que valora este torero el sentir del ridículo cuando toma la muleta.

A Ismael Martín le devolvieron el toro de su confirmación. Corrió turno y lidió el quinto, de la misma ganadería anunciada. El joven torero salió dispuesto a todo recibiendo a su primero con dos largas cambiadas y unas verónicas algo desajustadas. Hizo el quite de la mariposa. En el tercer par se la jugó y el toro hizo hilo y el torero tuvo que emular a Usain Bolt, pero un capote providencial le salvo de males mayores. En el último tercio el toro iba como una babosa, pero con poca fuerza. Ante este animal el torero nada pudo ofrecer, y con lo poco que hizo se le vieron las costuras del desagradable toreo moderno. En el quinto fue a recibirlo frente a toriles. Estuvo valiente el torero, intentando parar al animal con dos remates de hinojos, pero no lo consiguió. Lo recibió de muleta con un afarolado de rodillas continuando en las querencias del animal. El toro se lastimó un pitón y se quedó parado durante la faena. Terminó echándose y no quiso saber más de su vida. Al lado del toro estaba el mencionado picador resguardado en tablas.

Samuel Navalón recibió a su primero frente a toriles, con el toro en sus terrenos continuó con chicuelinas, mostrando desconocimiento de la lidia. Le faltó muy poco para que se lo llevara por delante. En el último tercio lo recibió de rodillas dando una tanda por el derecho rematada de pie. El toro metía la cara humillando pero el torero no se colocaba en el lugar que merecía el toreo. Vinieron otras tandas al hilo y con el pico como estrella de la muleta. Los naturales fueron hasta ordinarios, con perdón, ocupando los remates de faena con el consabido arrimón ante un noble y soso animal que creí que se mereció otro trato. En el sexto Navalón quiso despedirse con originalidad y se fue a los medios a recibir a su enemigo frente a toriles. Se le quedó en mitad de la suerte, el animal le apretó, lo desarmó y tuvo que salir del acoso como pudo. Con la muleta lo recibió con un afarolado de hinojos. Veremos que nos muestra la voluntad del torero, se preguntarían los aficionados. El toro acudió al engaño pero el torero no tuvo recursos para lucirse. Le punteaba la muleta, medios pases… El público se tuvo que divertir con los desentonados ¡Vivas…!, lo que demuestra que en el ruedo no estaba ocurriendo nada que llamaran su atención.

Buenas noches y buena suerte. Ánimo, ya queda poco.

©Pepeíllo.

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