viernes, 22 de mayo de 2009

20 de mayo de 2009: De mal en peor

20 de mayo de 2009

Toros de: Peñajara de Casta Jijona: Encaste Baltasar Iban. 1º, 3º y 6º devueltos. En su lugar se lidiaron toros de Torres Gallego, María Cascón y Pérez Tabernero, respectivamente.

Terna:
  • Miguel Abellán: Pinchazo y bajonazo, para meditar sobre su futuro torero. Pitos. Bajonazo, marca de la casa. Bronca.
  • Serafín Marín
  • Octavio García El Payo: Estocada caída, atravesada, aviso y 3 descabellos. Silencio. Estocada trasera. Silencio.
Presidente: Julio Martínez Moreno.


El fenómeno taurino es como cualquier otro espectáculo, el empresario apuesta por él intentando sacar un rendimiento, por supuesto, el mayor posible. La diferencia de este mundillo en particular, y en especial en esta plaza, es que los empresarios siempre apuestan a caballo ganador. Tienen vendido el aforo de la plaza que les permite la legislación vigente mucho antes de que comiencen los espectáculos, disponiendo del dinero con antelación, hecho que no ocurre en casi ningún negocio. Y como supongo que la mayoría de los corridas, como por ejemplo la de hoy, les sale por un real mal contado, pues, todo son ganancias. Hasta aquí, todo correcto. Ellos no son culpables que soñadores trasnochados, denominados aficionados, llenen la plaza todos los días durante la feria esperando que alguien con responsabilidad dé un giro de timón y eche de la fiesta a toda la corruptela que existe en la actualidad en este negocio y que ha llenado de putrefacción todos los estamentos taurinos.

Los culpables de esta situación son los que tienen la responsabilidad de velar por la integridad de la fiesta y exigir que se cumplan las normas establecidas. Es vergonzoso que los presidentes que se sientan en los palcos, y son la máxima autoridad durante el festejo, sus decisiones vayan siempre en la dirección de beneficiar al empresario, dejando al espectador desprotegido en sus derechos y con la única opción del recurso del pataleo. Ayer fue uno de los días que muchos espectadores sintieron vergüenza de su afición, ya que ante una caterva de cadáveres, el presidente rechazó sólo tres y porque le obligaron las protestas de los espectadores. Esta actitud pasiva levantó la ira de los espectadores y estos tuvieron que sacar las únicas armas que tienen a su alcance: la protesta a través de la palabra y de las palmas de tango. Hubo para todos, para el presidente, para los políticos y para todo aquel que tuviera un mínimo de responsabilidad.

Está complicado este asunto, ya que estos taurinos despóticos lo tienen todo muy bien atado para su beneficio particular y por supuesto, con el beneplácito político, pero los aficionados seguirán luchando, persiguiendo el único fin que les mueve, la integridad de la fiesta, que para ellos sería muy fácil de solucionar una vez que se decida que sea el toro quien ponga a cada uno en su sitio. No entienden como estos gaznápiros de la corrupción luchan con tanto denuedo para seguir gobernando esta fiesta podrida. Si el toro íntegro pusiera a cada uno en su sitio, ellos podrían seguir trabajando en pos de la fiesta, pero, eso sí, dentro del cumplimiento de las reglas del juego, donde los políticos tendrían que velar para que se cumplan éstas. Reconozco que me estoy metiendo en el terreo de lo onírico, y como dijo el poeta, los sueños, sueños son, pero esperemos que algún día se cumplan.

Sobre la corrida de ayer, me niego a hablar de algo que no existió ya que el principal protagonista estuvo ausente. Al ganadero le haría la siguiente pregunta ¿Conocía el ganadero el tipo de ganado que trajo a Las Ventas? Hasta mañana.

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