sábado, 24 de mayo de 2014

23 de mayo de 2014: La diferencia

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Feria de San isidro,14º de feria

Ganadería

6 Toros de Victoriano del Rio. Encaste Juan Pedro Domecq Díez y sus derivados. El primero fue devuelto a los corrales y en su lugar se corrió un sobrero de Zalduendo, encaste Domecq- Jandilla.

Terna:

  1. El Juli: De verde y oro. Estocada trasera. Silencio. Metisaca y estocada caída. El público premia su entrega con una ovación.
  2. José María Manzanares: De sangre de toro y oro. Pinchazo y estocada tendida saliiéndose de la suerte. División de opiniones. Estocada trasera. Silencio.
  3. Miguel Ángel Perera: De verde y oro. Estocada trasera y contraria atracándose de toro. 2 orejas. Estocada desprendida. Oreja. 

Presidente:

D. Justo Polo Ramos. Devolvió D. Justo el primero de la tarde, haciendo justicia a las condiciones del toro. El sector de aficionados le crítico la segunda oreja a Perera en el primero de su lote.

Suerte de varas:

  1. Enamorado 518 Kg: .Se defendió en la primera entrada al caballo En la segunda entrada el piquero se limitó a sujetarlo. En el quite por chicuelinas de El Juli, perdió las manos. Manso e inválido. 
  2. Jocando 519 Kg: Empujó con fijeza y el picador se limitó a sujetarlo. En la segunda vara ni marcó el castigo tan siquiera. Blando que se ha dejado torear. 
  3. Bravucón 531 Kg: En la primera entrada no lo castigó y el animal mostró blandura. En la segunda entrada se arrancó de largo y el montado se limitó a sujetarlo. No se empleó. Blando y manso con mucha clase para la muleta. 
  4. Impuesto 508 Kg: No lo castigó y el piquero dejó que el animal se estrellara en el peto. En la segunda entrada se limitó a sujetarlo. Manso, encastado y algo blando
  5. Jerezano 512 Kg: En la primera vara entró suelto al caballo como una bala, se dejó pegar y cuando salió mostró blandeó de manos. En la segunda vara se limitó a sujetarlo. 
  6. Bravucón II 583 Kg: En la primera entrada no se empleó y en la segunda no lo castigó. Mansote que no tuvo recorrido en la muleta.

Cuadrillas y otros:


Llegó a Las Ventas el segundo grupo de figuras y en las taquillas se volvió a colocar el cártel de: “No hay billetes para la corrida de hoy”. Las figuras mandan. El ganado en general manseó y vino justo de fuerzas y de trapío, Es lo que eligen y los taurinos para sus toreros. Se lucieron en banderillas Curro Javier en el segundo, Juan Sierra en el tercero, que tuvo que desmonterarse. En el segundo par el toro le apretó y José María Manzanares llegó tarde al quite. No estaría al tanto A José María Soler, el cuarto le echó la cara arriba en el tercer par y el torero de plata lo aguantó con vergüenza torera. En la parte negativa, dejar constancia de la patética actuación, tanto de Álvaro Montes y Fernando Pérez en la colocación de los rehiletes en el primero de la tarde. 

Comentarios:

Tres “gallos” del escalafón torearon ayer en Las Ventas y solo uno demostró su condición de figura. Cuando se adquiere este atributo no solo hay que serlo, de vez en cuanto hay que parecerlo, y eso solo lo hizo Miguel Ángel Perera. Sus dos acompañantes ni tan siquiera lo intentaron, siguieron en su línea del toreo barato, con el agravante que el público triunfalista lo aclama de la misma manera que si lo ejecutaran con pureza. Esa es la diferencia que marca al espectador del aficionado. El aficionado exige a las figuras, y cuando estos torean valoran su labor. Sin embargo es difícil entregarse al toreo que practicaron ayer El Juli y Manzanares. El Juli se encontró en su primero a un animal inválido, pero lo que le ofreció al torero madrileño, éste lo usó con las las ventajas habituales. Su segundo, un manso encastado y escaso de fuerzas, después de doblarse con él intentó pasarlo por la muleta en redondos al hilo del pitón, pero el toro le protestó, y el torero no encontró los recursos para poderle sin echar mano de los pases fuera de cacho. Lo único loable en este toro su entrega

El primero de Manzanares fue un animal justo de trapío, supongo que sus veedores lo exigirían así y cuando se puso delante con la pañosa en la mano, le tuvo que recordar un espectador que mas separado no se podía torear. El alicantino siguió pasando a su enemigo en redondos jaleado por sus incondicionales, mientras un grupo de aficionados le criticaban su labor. los cuales fueron increpados por ese público docto, a la vez que aplaudía al torero, en una faena llena de vulgaridad, embarcando con el pico de la muleta, con la suerte descargada y vaciando las embestidas hacía fuera, haciendo cierta la frase: “las costumbres, se hacen leyes”. Su segundo fue un animal que no tuvo un pase y el torero se llenó de honradez y abrevió la faena. Se le agradeció el detalle. 

Miguel Ángel Perera tuvo una tarde dulce. Todo lo que intentó hacer puso gusto en su ejecución, y paso a paso fue construyendo su salida por la Puerta Grande, aunque las dos orejas en su primero fue un premio algo excesivo. En el quite por tafalleras, muy templadas, que hizo a su primero fue un preludio de su predisposición a un toro que se vino arriba en banderillas. Con la muleta lo recibió con cinco estatuarios sin inmutarse rematados con el pase del desprecio que levantó los primeros olés de su faena. Continuó con unas series de redondos, alguna de ellas inmensa, rematada con un cambio de manos precioso. Su toreo al natural estuvo impregnado de lentitud, hasta que el toro le pidió la muerte. A punto estuvo de pasarse de faena, pero el torero se percató rápidamente. Su segundo fue un toro de distinta condición, pero el torero pacense lo entendió bien. Lo recibió con un pase cambiado haciendo con sencillez el toreo bueno. El animal tuvo poco recorrido por el pitón derecho a la vez que su juego no trasmitió a los tendidos, pero el torero lo metió en el temple de su muleta aguantando con las zapatillas clavadas en la arena, llevando a cabo el arrimón, pero, toreando. Al natural se le quedaba en la suerte, y de esta manera le sacó todo lo que el toro tenía y que no fue poco. . 



©Pepeíllo.

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