jueves, 18 de mayo de 2017

18 de mayo de 2017: En contra de la fiesta


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de. toros.

Ganadería

5 Toros de Parladé, procedencia Juan Pedro Domecq y Díez, y uno de El Montecillo lidiado en cuarto lugar, de procedencia Juan Pedro Domecq y Díez y Juan Pedro Domecq Solís. Mansos, descastados, y blandos. Excepto el primero y cuarto, protestados por falta de trapío. El segundo fue devuelto a los corrales por falta de fuerza y en su lugar se corrió un sobrero de El Montecillo

Terna:

  • Curro Díaz: De rosa y oro. Media estocada desprendida que vale. Silencio. Media estocada que vale. Silencio. 
  • Iván Fandiño: De malva y oro. Estocada casi entera y algo trasera. Silencio. Estocada trasera y 6 descabellos. Silencio.
  • David Mora: De verde manzana y oro. Estocada desprendida y trasera. Saludos desde el tercio a los aplausos de un público generoso. Estocada trasera y desprendida de buena ejecución. Oreja. 

PresidenteD. Jesús María Gómez Martín

El presidente estuvo mal. Permitió que se lidiara un ganado impresentable para esta plaza y remató la faena concediendo una oreja en el sexto con una petición minoritaria, que sorprendió a los más festivaleros del variopinto público que acude a la plaza. Gran desilusión se han llevado los aficionados, que creían en él como un soplo de aire fresco en el equipo presidencial, pero a tenor de los visto actuó en la línea de cómo lo vienen haciendo sus compañeros, en una supuesta línea corporativista, beneficiando con sus, supuestas decisiones inocentes, al empresario y a los taurinos. 

Suerte de varas

  1. Noctámbulo. 567 Kg: Negro listón. Manseó en las dos entradas al caballo y el picador tampoco tuvo su momento. Manso, descastado y blando
  2. Novelero. 565 Kg. Negro. En la primera vara se dejó pegar y en la segunda acudió presto pero no lo castigó el piquero. Mansote y descastado que se paró en la muleta. 
  3. Lustroso. 487 Kg: Negro. En las dos entradas se dejó pegar y empujó sin clase. Mansote, descastado y blando que se defendió en la muleta.. 
  4. Chispero. 547 Kg: Negro salpicado. Hizo una fea pelea en varas dejándose pegar. Manso y descastado. 
  5. Acobardado. 562 Kg. Negro. Manso descarado, en las dos varas intentó desmontar al piquero. Manso de libro. Pitado en el arrastre. 
  6. Helenitco. 541 Kg: Castaño. No se empleó en ninguna de las dos entradas. Manso que se rajó en la muleta. 

Cuadrillas y otros

En tarde fresquita el coso venteño registro tres cuartos del aforo. 

El segundo fue devuelto por inválido, se corrió turno y en su quinto lugar salió un sobrero de El Montecillo que puso en jaque a toda la cuadrilla del matador. Dando un espectáculo bochornoso, sobre todo en la colocación de las banderillas. Tuvieron que pasar cinco veces para colocar cuatro palitroques. 

En el sexto se desmonteró el banderillero Ángel Otero al colocar dos buenos pares de banderillas. 

Comentarios:

Todo se puso ayer de nuevo en contra de la fiesta. Que el empresario que monta estos espectáculos dirija sus intereses hacia su bolsillo, puede tener una lógica, que el torero busque el toro más cómodo puede tener una explicación, y que el público vaya a las plazas a divertirse y no mida las consecuencias negativas que tiene su influencia en decisiones fundamentales para la seriedad de las corridas de toros, puede entenderse, pero lo que los aficionados no comprenden es que el representante de la autoridad, permita las tropelías que los empresarios y los taurinos someten a la fiesta con toda impunidad y exclusivamente en su beneficio y que sus decisiones vayan en contra de la seriedad de la plaza que tienen el honor de presidir.. Si a estos desmanes no se les pone remedio, nadie debería extrañarse que un buen día estos bochornosos espectáculos desaparecieran. Peor y con tan poca diligencia no se puede gestionar este negocio. 

Ayer el presidente, D. Jesús María Gómez Martín, pego la cantada, primero permitió que se lidiara una corrida impresentable, remendada con un sobrero que después se demostró que era un saldo de matadero, y no tuvo los relaños suficientes para echar toda la corrida para atrás, ya que con ello perjudicaba los intereses de la empresa. Después cuando todos los aficionados daban la tarde como una más de esta nefasta feria, y ante una petición de cuatro pañuelos dejara sorprendido hasta al propio matador, David Mora, concediendo un trofeo a una faena sin fundamento, Nadie encontró una explicación convincente a la actuación del usía, por la sencilla razón que no la había.


Centrando la crítica estrictamente en lo aconteció en el ruedo, en el cuarto de la tarde, un manso declarado, nadie mostró un atisbo de profesionalidad. Ni los toreros de plata ni el matador, consiguieron enderezar un barco que se fue a la deriva desde el momento que el burel hizo su aparición en el ruedo. Para más despropósito, Fandiño con la muleta no se molesto en lidiarlo, se limitó a quitarle las moscas de la cara y despenarlo, mostrando una vez más que los relaños de torero que le convirtieron en figura, han desaparecido. Respecto a su cuadrilla me consta que hay profesionales honrados, en esta ocasión todos brillaron a baja altura. 

En cuanto a Curro Díaz y David Mora, los sufridos aficionados esperaban algo más de ellos. Ninguno de los dos toreros hicieron nada por enderezar esta feria que va camino de convertirse en el hazmerreir de la tauromaquia, limitándose a llevar a cabo un toreo ventajista con solo algunos detalles, que no sirvieron para olvidar la mediocridad mostrada en sus faenas. Respecto al empresario vendió la feria con un grito de esperanza en el camino de su recuperación, o por lo menos eso entendieron los aficionados, pero hasta la fecha no ha hecho olvidar a ninguno de los pasaron con anterioridad, si no es que ha convertido la plaza en una sala de fiestas, sin conseguir hasta la fecha llenar el coso. 

Después de siete corridas celebradas, otro de los problemas que está llamando la atención a los aficionados es el deterioro que se ha producido en la profesionalidad de los picadores, que en connivencia con sus toreros y con la presidencia, están deteriorando hasta límites que nadie imaginaba la suerte de varas. No hay toro que no se castigue trasero y no hay tarde que no se cambie el tercio sin haber picado a los toros, en muchos casos sin recibir ni un picotazo. Los montados han instaurado por sistema taparles la salida a los animales como si de mansos pregonados se tratara. En una palabra, una verdadera vergüenza de feria, donde priman los intereses del empresario, y a tenor de los resultados están adquiriendo el desecho de las ganaderías. Y lo más grave está por venir, ya veremos que ocurre cuando hagan acto de presencia las figuras. Si hasta la fecha, tanto la prensa escrita como la audiovisual han dirigido sus críticas hacia los aficionados que protestan en defensa de una fiesta integra, manteniendo incólume la gestión de la empresa, que será cuando hagan acto de presencia los toreros que mandan en los despachos. Lo que queda por conocer es cuál será el grado de resistencia de los aficionados que acuden a los cosos.



©Pepeíllo.

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