martes, 6 de junio de 2017

5 de junio de 2017. Los Dolores Aguirre dieron un juego variado

Ganadería

Dolores Aguirre. Encaste Atanasio Fernández. De variada presentación. El segundo fue protestado por falta de trapío. Al cuarto le faltó remate. El quinto fue aplaudido en el arrastre.

Terna:
  • Rafaelillo: De nazareno y oro. Estocada atravesada que hace guardia y descabello. Silencio. Estocada trasera. Silencio. 
  • Alberto Lamelas: De marino y oro. Estocada delantera, perpendicular y caída. Descabello tras aviso. Silencio. Estocada que escupe. Estocada hasta las cintas tirándose detrás del estoque. Saludos.
  • Gómez del Pilar: De blanco y oro. Estocada baja y delantera tras aviso. Oreja con muchas protestas. Pinchazo y tres pinchazos y descabello tras aviso. Silencio.
Presidente: D. Gonzalo Julián de Villa Parro.

Otra en la frente que recibió la fiesta al conceder el presidente un trofeo a Gómez del Pilar en el tercero, ya que la faena no fue merecedora del premio ni hubo petición mayoritaria. El triunfalismo se ha impuesto en el palco por sistema y seguramente tendrán que regalar orejas para que luego el empresario presuma de una feria triunfal.

Suerte de varas
  1. Guindoso. 530 Kg. Negro. Manseó en el caballo y se dolió en banderillas, presentando complicaciones en la muleta.
  2. Burgalés II. 540 Kg. Negro salpicado. Recibió dos navajazos en el caballo que acusó en la lidia posterior.
  3. Burgalito. 574 Kg..Negro. Ofreció un juego variado en el caballo y mucha nobleza en la muleta.
  4. Caracorta. 529 Kg.. Negro salpicado. Un manso encastado que derribó al caballo, y en la segunda entrada fue picado arriba pero sin castigarle.
  5. Burgalés I. 550 Kg. Negro bragado meano. En el caballo hizo una fea pelea, y cumplió en la muleta por el pitón derecho. 
  6. Clavijero. 560 Kg. Negro listón bragado meano. Manso descarado en el caballo y con casta. Estuvo por encima del torero.
De nuevo tarde primaveral. En la segunda tarde de la semana torista y con los astados de Dolores Aguirre, el coso venteño registró algo más de media entrada.
Cuadrillas y otros: 

El cuarto de la tarde puso en aprietos al banderillero, Pascual Mellinas al colocar un par de banderillas por el pitón izquierdo. El animal le recortó terrenos, el torero intentó colocar los palos y su enemigo le persiguió con saña intentando saltar el olivo con él. En el quinto se desmonteró Juan Navazo al colocar el tercer par. En el tercio de banderillas del sexto, el animal echaba la cara arriba y los peones estuvieron muy dignos en su labor. 

Comentarios:

Los pupilos de Dolores Aguirre no fueron un manantial de casta ni de bravura, pero tampoco defraudaron a la concurrencia. Hubo toros que mansearon y otros que sacaron casta y nobleza, poniendo en la muleta de algún torero el triunfo. Otros sembraron de dificultades su labor como ocurrió en el primero de la tarde, y Rafaelillo, a pesar que intentó someterlo por bajo, al animal le costaba tragarse los muletazos acudiendo rebrincado al engaño, presentando muchas complicaciones. Al final terminó entablerándose en el tendido 10. El segundo del lote del torero murciano, fue un manso encastado que al recibirlo de muleta, se le coló poniéndolo en aprietos. El animal buscó desde el inicio de faena las querencias de las tablas y el matador tirando de experiencia le sacó una serie de redondos, llevándolo muy tapado en la pañosa, pero en cuanto le abría la puerta de la muleta el toro se desentendía de la pelea. El burel consiguió el amparo de las tablas y allí luchó por su supervivencia haciendo muy complicada la lidia.

Alberto Lamelas recibió a su primero con una larga cambiada. El animal acusó el castigó a que fue sometido en el caballo, donde recibió dos navajazos indignos. Lo citó desde los medios pero en cuanto lo sometía en la muleta bajándole la mano el animal trataba, metafóricamente, de rendir cuentas arrodillándose por falta de fuerzas. Lo intentó al natural, pero por ese pitón el toro no tuvo recorrido y terminó defendiéndose. El matador se puso pesado intentando conseguir lo imposible, incluso con manoletinas incluidas, que no vinieron a cuento. Su segundo fue un animal con otras intenciones y al torero le costó acoplarse a su embestida, Se le anotó un buen derechazo suelto y una tanda aseada por el mismo pitón, careciendo su faena de mando. El toro comenzó a mostrar signos de rajarse. Lo intentó al natural pero por ese pitón no tuvo nada que hacer. Prolongó la faena como es habitual en estos tiempos, incluyendo, como en el primero de su lote, las manoletinas de rigor. Todo por el mismo precio. 

Gómez del Pilar recibió a sus dos enemigos en los medios frente a la puerta de toriles, saliendo airoso del trance. Le brindó la muerte de su enemigo a Chano, torero de plata que por una cogida se ve imposibilitado en una silla de ruedas. El animal tuvo nobleza en la embestida, pero el torero no lo aprovechó. Se equivocó de manual y uso el ventajista, a pesar de ello consiguió algún muletazo vistoso y también una serie de redondos adornados con los olés de los espectadores, cerrando una serie con un pase de pecho de pitón a rabo. Al natural no consiguió acoplarse y tuvo el defecto de prolongar la faena y su enemigo se fue quedando sin recorrido. La presidencia le regaló una oreja a pesar de matar de manera defectuosa. Su segundo, un manso encastado, estuvo por encima del torero. El animal a pesar de no acudir con fijeza, la muleta del torero debía haber intentado corregir el defecto. El torero mostró disposición, pero no fue suficiente para ahormar las embestidas de su enemigo, terminando la pañosa obedeciendo lo que el toro mandaba. Dio muchos muletazos, pero escaseó la calidad, y al final terminó desbordado por su enemigo.

©Pepeíllo.

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