sábado, 12 de octubre de 2024


A Rosa y Juanjo por su generosidad.

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Corrida de toros. Corrida de la Hispanidad. Mano a mano.

“El toreo unió los tendidos”

Ganadería

Se anunciaron 6 toros de Victorino Martín. Salvo el primero, protestado por falta de presentación, en la línea de la casa. Encastados, con cara y algunos con dificultades que pidieron las credenciales a los engaños de los toreros. El primero fue pitado tanto al aparecer en el ruedo como en el arrastre, El tercero fue recibido con aplausos al salir por chiqueros. Segundo, tercero y sexto, fueron aplaudidos camino del desolladero.

Terna:

Miguel Ángel Perera: De rioja y oro. Pinchazo sin soltar, pinchazo hondo y estocada atravesada tras aviso. Silencio. Estocada al rincón de Ordóñez tras aviso. Tarda en descabellar sentado en el estribo viendo al toro sufrir, y el animal agarrándose a la vida, no doblaba. 2º aviso. La casta lo mantenía en pie. Descabello. Oreja. En el quinto estocada baja. Silencio.

Emilio de Justo: De marino y oro. Pinchazo desprendido, aviso, otro pinchazo y estocada en su sitio. Tímidos aplausos cuando saluda. En el cuarto dos pinchazos, aviso, otros dos pinchazos y media estocada. 2º aviso. Estocada. El toro apoyándose en las tablas, le costó caer. Su casta luchó contra la muerte que tenía en su interior. Saludos. En el que cerraba plaza, estocada arriba, aviso y dos descabellos. Oreja.

Presidente: D. José María Fernández Egea.

Pasaron inadvertidas sus decisiones.

Suerte de varas:

1º Playero. 540 kg. Manso en el caballo. En la primera vara se defendió y en la segunda el piquero le arreó castigo a la mansedumbre del animal.

2º Portevelos. 536 kg. Fue puesto en suerte en su sitio. El piquero marcó algo bajo y el animal se dejó pegar. En la segunda vara se arrancó con tranco y el hierro cayó en su sitio, el animal peleó con fijeza.

3º Excusado. 525 kg. Se agarró bien el picador y el toro se dejó castigar. En la segunda vara solo marcó el castigo ante un animal sin fijeza.

4º Pobrecillo. 545 kg. Se dejó pegar y el montado marcó arriba el puyazo. En la segunda entrada acudió sin colocar en suerte y salió suelto sin castigar. Mostró mansedumbre.

5º Verdadero. 567 kg. Castigado trasero y el toro empujó en el peto. La segunda vara fue un trámite.

6º Director. 590 kg. Se dejó pegar en el peto y salió suelto. En la segunda entrada no mostró interés en dejar alta la medida de su casta. Peleó sin entregarse.

Cuadrillas y otros.

Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del veterinario de Las Ventas Juan Antonio García García, desaparecido recientemente. Los dos matadores tuvieron que saludar desde el tercio para corresponder a los aplausos del respetable.

Tarde con un tiempo variable pero al final se mantuvo sin que la lluvia desluciera la corrida. Los toreros de plata cumplieron en su labor y Juan José Domínguez se desmonteró en el segundo de la tarde en el tercio de banderillas. No fue para tanto, pero…

Comentarios:

La tarde estuvo llena de matices, tanto el ganado como los toreros, unieron a los tendidos y en varios momentos de la tarde-noche los olés resonaron al unísono. No me gustaría que se entendieran en mis palabras que Perera estuvo por encima de Justo ni al contrario, eso sí, Justo fue más generoso en su toreo y Perera lucho contra sí mismo, tratando de caer en la tentación de ese toreo de líneas que le ha marcado durante toda su carrera, olvidándose de la verdad. Ayer tuvo momentos de altura, hay que reconocerlo. El ganado también tuvo mansedumbre, casta y bravura. Y lo más importante, no defraudo. Varios de ellos se vinieron arriba en la muleta dando la oportunidad a los toreros de corresponder como si de noveles se tratara y que se jugaban su carrera en las casi dos horas y media que duró el festejo. Tiempo que los presentes no tuvieron en cuenta.

En el primero Perera no estuvo a la altura de la tarde. Lo sacó a los medios y el animal blandeó en la pelea. Lo mantuvo a media altura y colocado al hilo del pitón. Lo pasó al natural con la misma disposición, recibió un aviso ya que la vulgaridad que mostró en este toro y la pesadez, iban en el mismo paquete. En el tercero comenzó con una disposición distinta. Recibió a su enemigo con unas verónicas templadas, reprochándole un capote de inmensas dimensiones. En este toro tampoco Perera estuvo a la altura de la tarde. Con la muleta el pacense templó las acometidas de Escusado, pero abusó de sus vicios, metiendo el pico y en momentos con descaro. Solo dio dos muletazos con la derecha y dos naturales con la pierna escondida en el refugio de las ventajas, que resonaron en los tendidos y en uno de ellos salió apurado. Todo lo demás fue el toreo vulgar al que tiene acostumbrado a su público. El animal no se aburrió de tanto engaño y estuvo embistiendo durante toda la faena. Perera en este toro mezcló el temple, la verdad y la mentira del toreo. Una reflexión: en esta faena el torero mostró que sabe torear. ¿Entonces por qué va mostrando por las plazas el toreo vulgar y ventajista? En el quinto, Verdadero, no dio al torero opción de demostrar ni toreo ni ventajas. El animal emborronó un poco el comportamiento de los hermanos de camada. Tomó el acero y el presidente no tuvo la oportunidad de enviarle ni un solo aviso, a pesar que los presentes nos habíamos acostumbrado a ellos.

Emilio de Justo vino a triunfar y casi lo consigue, pero con una diferencia, con la verdad por delante. Ofreciendo la merienda, con perdón, en los cites, es la diferencia que hay entre el toreo moderno y el toreo. Cuando se intenta torear se pisan terrenos comprometidos y los toros suelen pasar factura, pero hay toreros que solo conocen un camino, el de la verdad. En el primero de Perera le hizo un quite valiente, en el tercero hizo un vistoso quite por delantales. En el primero de su lote lo sacó a los medios con dos muletazos por bajo castigando a su enemigo, pero Portevelo no se dejaba engañar y tuvo que llevarlo muy tapadito. Al natural la casta de su enemigo sabía lo que dejaba atrás y no quiso entregar su vida a cualquier precio, le costaba humillar. Justo bajándole la mano consiguió sacarle una tanda de naturales, corta pero muy emociónante. La casta y el valor del torero, hizo llegar a los tendidos la emoción. El matador le sacó al toro lo que no estuvo dispuesto a ofrecer. La espada emborronó su labor. En el cuarto Pobrecillo le mostró de salida las credenciales de la casta. Con la muleta el animal le empujó y se lo llevó por delante. El torero consiguió recuperarse y el toro continuó mostrando que tenía mucho que torear. Después del susto le recetó dos naturales desmayados que hicieron “flipar”, con perdón, a la concurrencia. ¡Qué plasticidad! Y con le merienda por delante, de nuevo con perdón, Otra tarda de naturales que casi llegó a olvidar la primera. Qué pena que el acero, certero en ocasiones, no tuviera en esta ocasión la benevolencia del acierto. Dos avisos recibió el coleta y a punto de que le mandaran al burladero con el tercero. El arte cuando aparece tiene ese encanto final que da la espada, la incertidumbre. En el sexto Emilio de Justo elevó la categoría del toro. Lo recibió en el último tercio con una tanda de redondos, en la segunda tanda el público no tuvo más remedio que entregarse. Al natural demostró mando y sin descomponer la figura, y sin pico, anduvo por la cara de su enemigo como si de un carretón se tratara. Se desprendió del estoque simulado y repitió el toreo al natural con la mano derecha. Puso la plaza boca abajo. También en esta ocasión el misterio de la espada emborronó un final feliz.

©Pepeíllo.

domingo, 6 de octubre de 2024

 Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo


Feria de Otoño. Última de abono. Corrida de toros.

“Un presidente sin criterio y un torero sin recursos”

Ganadería

Se anunciaron 6 toros Fuente Ymbro. Bien presentados, con cara, astifinos y de juego variado. En el caballo la tónica general fue de mansedumbre. Algunos llegaron a la muleta con la exigencia de la casta y el peligro, como fueron el segundo y el quinto. El sexto solo mostró peligro.

Terna:

Paco Ureña: De salmón claro y oro. En el primero estocada atravesada. El matador se hizo daño en un brazo pero continuó en la lidia. Dos descabellos tras aviso. Aplausos. En el cuarto estocada al rincón de Ordoñez. Saludos. En el quinto, lidiado en sexto lugar por cogida de Roca Rey, pinchazo, bajonazo y descabello. Silencio.

Roca Rey: De grana y oro. En el segundo pinchazo, aviso, estocada desprendida, 2º aviso y descabello. Oreja con petición minoritaria. El matador se retiró a la enfermería después de ser corneado para no aparecer.

Víctor Hernández: De blanco y oro. En el tercero estocada desprendía, aviso. Oreja. En el sexto, corrido en quinto lugar, metisaca, pinchazo y estocada desprendida. Aplausos.

Presidente: D. José Antonio Rodríguez.

No estuvo acertado el presidente, concedió un trofeo a Roca Rey en el segundo sin merecimiento alguno. Hubo motivos evidentes en la faena para haberle negado el trofeo, a pesar que la petición tampoco fue mayoritaria. En el tercero cometió el mismo error. Concedió un trofeo a Víctor Hernández después de una labor insulsa y sin emoción, dejándose arrastrar por el triunfalismo que llenó el coso.

Suerte de varas:

1º. Hechicero. 617 Kg. Lo recibió el piquero con un castigo trasero aunque rectificó. El animal se dejó pegar sin fijeza. En la segunda entrada se limitó a marcar el castigo en una fea pelea.

2º. Soplón. 557 Kg. A pesar de acudir suelto al montado el picador marcó el castigo en su sitio. En la segunda ocurrió lo mismo, el animal acudió suelto, salió suelto y volvió a entrar al relance. Después de este esperpento, el toro continuó suelto. ¡De pena! Y Eso que su matador es el que manda en el escalafón.

3º. Meztizo. 553 Kg. El animal acudió tres veces suelto al caballo, las tres salió suelto. Ningún torero se digno pararlo.

4º Turulato. 565 Kg. El montado se agarró arriba en la primera entrada y salió suelto. En la segunda vara ofrecieron un mal juego, tanto el toro como el picador.

5º. Zalagarda. 561 Kg. Se agarró el picador en su sitio pero no lo castigo. En la segunda entrada acudió de largo y fue castigado en el morrillo midiendo el castigo.

6º Infractor. 556 Kg. En la primera entrada el picador se agarró trasero y animal salió suelto. En la segunda se agarró bien pero el toro volvió a salir suelto.

Cuadrillas y otros.

Tarde de temperatura agradable donde se colocó el cartel de “No hay billetes”. En esta ocasión nadie dio la espalda a la fiesta, los únicos que si se la dieron fueron en el tercio de banderillas del sexto. Tuvieron que pasar cinco veces por la cara del toro para colocar los 4 palitroques reglamentarios.

La cara la dio el picador José Manuel Quinta en el sexto, que abandonó el albero entre los aplausos del respetable. En el primer tercio estuvieron muy aseados los picadores. Hacía tiempo que no veía picar en el morrillo a tantos maestros del castoreño.

Roca Rey fue corneado por su primer enemigo, causándole una cornada con dos trayectorias en la parte posterior del muslo derecho. Continuó en la lidia hasta dar muerte a su enemigo. Se retiró a la enfermería para no aparecer. En los tendidos se produjo un enfrentamiento entre los aficionados y los isidros. Estos culpaban al tendido 7 de la cogida de Roca Rey, sin caer en la cuenta que fue producto del desconocimiento del torero. La ignorancia, aunque sea dramática, es muy atrevida

Comentarios:

En esta ocasión tanto los isidros como los del clavel, no dieron la espalda a la fiesta. Bueno, no dieron la espalda a Roca Rey, había que subirlo al pedestal de los trofeos si, o si. Ya se encargaron ellos de pedirle al presidente el regalo después de que la figura, estuviera por debajo del toro, toreando fuera de cacho, y lo tuviera colgado entre las astas creando el dramatismo y después que el toro le avisara por tres veces. Siempre digo lo mismo y no me canso, este torero a pesar de ocupar el escalafón de matadores, no ha aprendido aún a enfrentarse a la casta, y el segundo fue un toro encastado que no pudo con él y no quiero hacer una crítica acerba de su labor, dado el momento por el que estará pasando.

El segundo trofeo fue a las manos de Víctor Hernández, en el tercero. El torero recibió a su enemigo con variadas suertes de capote. Con la muleta tuvo una virtud, tuvo que tragar las inciertas acometidas de su enemigo, consiguiendo con ello dos tandas por el pitón derecho con medios pases. El izquierdo consiguió una serie aseada y abrochada con dos trincherazos muy toreros. Continuó por el derecho pero su labor cayó en la sosería, y en un descuido el toro se lo llevó por delante creando un ambiente de dramatismo. La cogida no tuvo consecuencias y el matador continuó con la lidia rematando la faena con unas bernardinas que el sanedrín de los isidros las recibieron con clamor. El sexto se corrió en quinto lugar y el torero lo recibió con unos estatuarios, incluyendo un pase cambiado. Continuó con tres tandas de derechazos aseados. Cuando lo intentó al natural, el animal le mostró sus exigentes credenciales sufriendo un desarme. Al intentarlo de nuevo a punto estuvo de echárselo a los lomos. El toro le mostró que acudía a la muleta pero si el torero era capaz de torearlo, y como dicen los que saben, una cosa es dar pases y otra bien distinta, torear.

Paco Ureña en los tres toros que lidió se fue de vacío. El primero de su lote lo sometió por bajo con torería pero se pudo ver que el animal no tenía recorrido para el lucimiento del murciano. El manso se defendía y el torero lo intentó por el derecho pero sin llegar a los tendidos, Lo pasó al natural, pero todo lo que vimos salió de la muleta de Ureña, el toro no mostró un atisbo de colaboración. Al cuarto lo recibió con tres estatuarios. Continuó con una tanda de naturales con la muleta relajada levantando los olés de los tendidos. Otra serie al natural tratando de ahormar el calamocheo del animal. Las dificultades que presentó el toro por el pitón derecho trató el matador de superarlo tragando, y de esta manera consiguió estar por encima de su enemigo, sacándole más de lo que el toro estaba dispuesto a dar. En el que mató por su compañero Roca Rey, Ureña se encontró con un animal con muchas complicaciones. Después de desarmarlo lo intentó por ambos pitones y al ver la catadura de su enemigo, decidió quitarle las moscas y despenarlo.

©Pepeíllo.

sábado, 5 de octubre de 2024


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Feria de Otoño. Corrida de toros. Mano a mano.

“Tarde de aburrimiento”

Ganadería

Se anunciaron 6 toros de Victoriano del Rio. De variada presentación y comportamiento. En el caballo destacó el sexto, los demás se dejaron pegar y salieron sueltos huyendo del castigo. En una palabra, mansearon. Como contraste, varios fueron aplaudidos en el arrastre.

Terna:

Fernando Adrián: De tabaco y oro. Bajonazo de juzgado de guardia en el primero. Silencio. En el tercero estocada desprendía entrando fuera de cacho. Silencio. En el quinto media estocada en su sitio, aviso y dos descabellos. División de opiniones cuando saluda.

Borja Jiménez: De blanco y oro. En su primero pinchazo y estocada baja. Vuelta al ruedo con división de opiniones. En el cuarto pinchazo y media estocada, baja y atravesada. Descabello tras aviso. Silencio. En el sexto estocada trasera y caída, aviso. Silencio.

Presidente: D. Víctor Oliver Rodríguez.

Sin problemas en su cometido.

Suerte de varas:

1º. Bisonte: En el primer puyazo el picador se agarró arriba y el toro se dejó pegar. En el segundo puyazo se limitó a recetarle un picotazo. El toro manseó en la pelea. Aplaudido en el arrastre.

2º. Enamorado: En la primera vara empujó con fijeza y el piquero le zurró la badana. En la segunda se arrancó de largo y no fue castigado. Aplaudido en el arrastre.

3º. Derramado: En la primera entrada al caballo el picador marcó bajo el castigo, rectifico y el toro hizo una fea pelea. En la segunda entrada salió huyendo al sentir el hierro. Aplaudido en el arrastre.

4º. Impuesto: Acudió suelto al caballo y salió suelto. En la segunda vara se agarró bien el piquero y volvió a salir suelto.

5º. Amante: En la primera vara se dejó pegar y en la segunda no se empleó.

6º. Barbuquejo: En la primera entrada el piquero se agarró arriba y el toro empujó con fijeza. En la segunda midió el castigo.

Cuadrillas y otros.

La plaza registró un aforo de 21.412 espectadores según la empresa. Al finalizar el paseíllo los dos matadores tuvieron que salir al tercio a recoger los plausos del respetable. Los toreros de plata cumplieron con su cometido, destacando en su labor algunos detalles como el de Marcos Prieto en el primero y Curro Javier en el quinto, corriendo al toro a una mano. En el sexto hubo un altercado entre un sector de la plaza y un monosabio. Este caballero tuvo unos feos detalles con los aficionados.

Comentarios:

Mano a mano entre dos jóvenes y con una ganadería de garantías, que ofreció a cada torero la oportunidad de triunfo. A ambos matadores se les vio con disposición, pero el comienzo tuvo dos caras bien distintas. Al primero de Fernando Adrián lo recibió de hinojos frente a toriles, y el toro quedó crudo ya que no fue lidiado con rigor ni castigado en el caballo. El torero solicitó el cambio dejando crudo a su enemigo. El toro llegó a la muleta exigiendo y el torero en lugar de someterlo por bajo, le recetó un pase cambiado, El burel se comía la muleta y el madrileño tuvo que tirar de ventajas consiguiendo únicamente algún muletazo suelto para el recuerdo. Al natural no estuvo fino y todo fue un querer y no poder. El animal terminó defendiéndose. Finalizo su labor con unas manoletinas para tapar la vulgaridad de su labor.

Borja Jiménez en su primero fue la cara opuesta. Después de recibirlo frente a toriles, le recetó una serie de verónicas en la misma boca de riego. Comenzó la faena de muleta sentado en el estribo, recetándole unos doblones hasta sacarlo a los medios. En esos terrenos comenzó una faena medio vistosa de medios pases por el pitón derecho sin descomponer la figura y rematados para dentro. Al natural le costó acoplarse, cuando lo consiguió dio una tanda con sabor. Remató la faena con unos muletazos por bajo muy vistosos. Falló a espadas, perdiendo con ello el posible trofeo.

Fernando Adrián volvió en el tercero a demostrar que no está en su mejor momento. Intentó doblarse con su enemigo al comienzo de faena pero el toro le pudo en la pelea. Intentó el toreo por el derecho pero perdiéndole pasos entre muletazos al no encontrar el mando que necesitaba su enemigo. Al natural no se le vio, estuvo perdido sin encontrar el sitio.

Jiménez recibió al cuarto frente a toriles recogiéndolo en el centro del albero por chicuelinas. Con la pañosa se dobló con Impuesto con muletazos largos y templados mezclados con rodillas en tierra que levantaron los olés de los tendidos. Pero la disposición de lucimiento del torero se fue apagando cuando su enemigo comenzó a apagarse en su recorrido. Lo intentó al natural pero no tuvo enemigo por este pitón. Llegó a perder la muleta dos veces.

El quinto se encontró con un Fernando Adrián que lo recibió de hinojos con pase cambiado incluido. El animal apretó y se lo llevó por delante sin consecuencias. Perdido el torero, lo intentó tanto en redondos por naturales, y lo que consiguió fue hacer que el toro cambiara su comportamiento. Volvió a darle otro revolcón sin consecuencias y con ello dejó para otra ocasión las esperanzas de triunfo.

El que cerraba plaza fue recibido también frente a toriles por el sevillano, pero de nada le sirvió. Es una suerte que no es valorada por los aficionados y el público se suele olvidar de ella en el transcurso de la faena. Una vez pasado el susto, ya que el torero tuvo que echar cuerpo a tierra, con la muleta lo recibió junto a tablas para ir amoldando las embestidas sacándolo a los medios. El toro dobló las manos en los primeros compases de faena y se vio que no tenia recorrido para que el torero intentara el lucimiento. Después de una tanda aseada por el derecho, la disposición del matador no se vio compensada por su enemigo.

De esta manera terminó el mano a mano, programado por la empresa con dos matadores que han venido con las faenas programadas en los hoteles, donde el ritual del enfrentamiento en los quites casi no ha existido y no hablemos de darle la oportunidad al sobresaliente de hacer un quite. ¿Y para qué, tanto protagonismo? Para dejarse ir toros sin torear y con faenas interminables que solo han servido para aburrir al personal. ¡Pobre fiesta!

©Pepeíllo.

viernes, 4 de octubre de 2024


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Feria de Otoño. Corrida de toros.

“La ignorancia da la felicidad”

Ganadería

Se anunciaron 6 toros, cuatro del Puerto de San Lorenzo, 1º, 2º, 3º y 6º y dos de La Ventana del Puerto, 4º y 5º. De variada presentación y escasos de fuerza. El tercero fue devuelto a los corales al perder las manos durante la lidia y en lugar se corrió un sobrero de Juan Pedro Domecq. En el caballo no se entregaron, mansearon y alguno se dejó pegar, pero destaco la mansedumbre. En la muleta destacaron el segundo y sexto.

Terna:

Manzanares: De sangre de toro y oro. Dos pinchazos, uno sin soltar en el que abrió plaza, metisaca y estocada. El toro se echó en toriles. Silencio. En el cuarto metisaca con un bajonazo que sentiría vergüenza hasta el matador.y estocada tirándose fuera de cacho. Pitos.

Román: De azul cielo y azabache. Media estocada perpendicular y dos descabellos tras aviso. Saludos desde el tercio. En el quinto estocada caída y atravesada. Silencio.

Tomás Rufo: De En el tercero estocada caída que vale. Silencio. En el sexto estocada casi entera caída. Y descabello. Vuelta al ruedo tras petición.

Presidente: D. José Luis González González

Devolvió el tercero al considerarlo no apto para la lidia. En el sexto aguantó las presiones de los pañuelos, no mayoritarios solicitando un trofeo para Tomás Rufo. Estuvo acertado el presidente.

Suerte de varas:

1º. Cubatisto. Nombre de triste recuerdo. En esta ocasión el animal mostró mansedumbre en el caballo al salir suelto las dos ocasiones que acudió al montado.

2º. Cubilón. En la primera entrada el picador se agarró bien pero no lo castigó y empujó sin clase. En la segunda vara se cumplió con el mismo comportamiento. En ambas salió suelto y peleó sin fijeza.

3º. Milagro. Empujó en el peto en la primera entrada tapándole la salida el montado y salió suelto. En la segunda entrada se dejó pegar.

4º Barbaclara. En el cuarto marró el piquero y al rectificar lo castigó trasero. En la segunda entrada también marcó trasero y el manso intentó librarse del hierro.

5º Mitinero. Se dejó pegar y salió suelto en la primera entrada, en la segunda no se empleó.

6º. Fardero. Empujó sin clase y en la segunda vara hizo una fea pelea.

Cuadrillas y otros.

El coso venteño registró un aforo de 16.274, según la empresa. En general las cuadrillas cumplieron en su labor. Con los palitroques destacaron Diego Vicente en el primero y Andrés Revuelta en el sexto, ganándole la cara en el primer par.

Comentarios:

Manzanares volvió a vestirse de luces en Las Ventas después de la bochornosa actuación en Linares el pasado 28 de agosto. La casa Matilla debería romper las relaciones con el alicantino y no solo por ese detalle, sino porque este matador lleva varios años burlárdose de los espectadores y esta tarde fue una más en su carrera. Lo que hizo en el cuarto fue de vergüenza, mofarse de todo el público ante un animal que representaba fielmente lo que torean las figuras como él en la geografía española. No vuelva más Manzanares. En el primero y ante un noble y soso animal no dio ni un muletazo que mereciera la pena. Basó toda su faena citando descaradamente con el pico. Cuando lo intentó al natural sacó a relucir las ventajas que casi siempre han adornado su carrera, citando al hilo del pitón, con la suerte descargada, limitándose a acompañar las embestidas de su oponente. ¡Como figura, debería sentir sonrojo, matador!

Román en su primero dejó ver a su enemigo, citando con distancia y ofreciendo lo que tiene en su repertorio. El animal tenía tendencia a macharse a tablas y el torero tuvo la virtud con toques de muleta de mantenerlo en la pelea en los medios. Puso mucha voluntad en el toreo en redondo, pecando de citar fuera de cacho, pero todos conocemos las virtudes del torero valenciano, pero no decepcionó a nadie. La pena fue que tuvo un buen toro y lo que hizo llevó su firma. Al natural el toro tuvo menos recorrido y el torero hizo lo que tuvo a su alcance, y como dije, no defraudó. Con el quinto cambió el panorama, el animal no tuvo faena y el torero tuvo que basar su labor en muletazos por alto para mantenerlo en pie.

El primero de Tomás Rufo fue un sobrero de Juan Pedro Domecq. Un lujo de sobrero. El toledano recibió de hinojos a un toro que tenía mucho que torear y que se comía la muleta con nobleza. Al natural el animal continuó acudiendo a los cites, pero el torero no se acopló y en cada muletazo terminaba tocándole la pañosa. El matador confundió la cantidad con la calidad. Al final se puso pesado. En el sexto tuvo otro enemigo de triunfo, pero no lo aprovechó .estuvo por debajo del toro, ya que en ningún momento se colocó en su sitio, citando fuera de cacho y escondiendo la pierna contrario. Fue una pena, pena que sufrieron los aficionados al ver que el toro necesitaba un torero que interpretara el toreo de verdad y la muleta de Rufo no lo entendió así. Los tendidos triunfalistas lo pasaron en grande con ese toreo y no entendieron que el grupo exigente criticara el toreo del matador. Como decía la ignorancia genera felicidad.

©Pepeíllo.

jueves, 3 de octubre de 2024

 Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo


Feria de Otoño. Novillada.

“La casta apareció en el sexto, pero…”

Ganadería

Se anunciaron 6 novillos de la Fuente Ymbro. Bien presentados y con romana. En su juego prevaleció la mansedumbre y la falta de casta, donde prevaleció su mal juego en el caballo. En el sexto apareció la mansedumbre encastada y el toreo moderno no tuvo los recursos para vencerla. El novillo recibió tímidos aplausos en el arrastre.

Terna:

Valentín Hoyos: De malva y oro. En el primero de su lote tres pinchazos, aviso y tras cuatro descabellos el echó el novillo. Silencio. En el cuarto metisaca y estocada caída. Aviso. Silencio.

Nek Romero: De verde botella y oro. En el primero de su lote pinchazo, aviso, Otro pinchazo, media en su sitio, 2º aviso y dos descabellos. Silencio. En el quinto pinchazo y estocada baja. Silencio.

Alejandro Chicharro: De gris plomo y oro. En el tercero dos pinchazos, aviso, otros dos pinchazos y media estocada. El novillo se echó, lo levantó el puntillero y recibió el segundo aviso. El animal volvió a echarse para no levantarse más. Silencio. En el sexto estocada trasera, aviso, El novillo se echó después de dos descabellos. Silencio.

Presidente: D. Ignacio Sanjuán Rodríguez.

Sis problemas en su cometido.

Suerte de varas:

1º. Adulador. Acudió suelto al jaco y derribó. En la segunda el piquero se agarró trasero y el animal se dejó pegar. En la tercera entrada acudió con tranco pero salió suelto sin entregarse en la pelea. Presentó dificultades en la muleta

2º. Taconero. Empujó en el peto con un pitón y el montado le arreó con saña. En la segunda se agarró bien pero marcó el castigo.

3º. Pijotero. En el primer encuentro con el caballo no se empleó. En la segunda fue castigado trasero, salió suelto perdiendo las manos.

4º Jupio. Entró suelto y recibió sólo la marca de la puya y salió suelto. En la segunda entrada hizo una pelea de manso. Anduvo sin fijeza durante parte de la lidia, buscando la salida del ruedo

5º Volante. Entró al caballo suelto e hizo una fea pelea En la segunda entrada el picador se agarró bien pero no lo castigó. Un manso en toda regla.

6º. Regatero. Marcó trasero el castigo aunque rectificó. En la segunda entrada cogió al piquero sin estar colocado, no se empleó y salió suelto. Manso encastado.

Cuadrillas y otros.

Con 16. 274 espectadores según la empresa, se celebró el segundo festejo de esta rara Feria de Otoño. En esta ocasión la empresa no se sacó de la manga un batiburrillo de ganado como en la novillada que abrió la feria, aunque el resultado tampoco llegó a convencer a los aficionados. Los “gallardos” mansearon más de lo que esperaban.

El tercio de banderillas se lucieron los toreros de plata, destacando en el sexto. Juan Carlos Rey y Jesús Robledo, Tito, ante un encastado y exigente animal. También tuvo que desmonterarse en el quinto Víctor del Pozo en el segundo tercio.

Comentarios:

Salvo el quinto, los matadores recibieron sendos avisos de la presidencia y en el segundo y tercero dos. Y los aficionados se preguntarían para qué faenas ta que llegara a los tendidos.

Pocas muletas hay para dominar la casta. Por eso cuando aparece en un animal como le ocurrió a Alejandro Chicharro en el sexto, la pañosa que utilizó no encontró la medida para poderle a su exigente enemigo. Estos novilleros buscan la misma faena a todos los toros pero ese juego que plantean, con la casta no vale. Fue una pena ver a un novillero considerado puntero, bailar al son que marcó Regatero. Cuando esto ocurre los aficionados entiende como las figuras huyen de ella ya que la mayoría se exponen a hacer el ridículo. Insisto fue una pena. Pero este es el juego que marca la belleza del enfrentamiento de un hombre con una fiera.

Como dije, esto ocurrió en el sexto, pero en el tercero Chicharro lo recibió de muleta con dos estatuarios. No me gustan estos muletazos, hacen mucho daño a los animales y les restan poderío. Es una opinión. A los toros hay que poderles por bajo, y el valga, bien, y el que no, aliviar la faena y como decía un aficionado, que salga el siguiente. El animal no quiso pelea y el torero de Miraflores de la Sierra no encontró el acoplo de su muleta en ningún momento. El novillo terminó soltando la cara en cada remate y el matador remató con unos muletazos por alto. Otra vez será torero.

Valentín Hoyos se encontró en su primero a un novillo que presentó dificultades en el segundo tercio echando la cara arriba. En el último tercio lo sacó a los medios y el novillo comenzó a soltar la cara por el pitón derecho. El salmantino lo intentó por el izquierdo pero su labor no llegó a los tendidos. La faena terminó con el animal tirando derrotes y el torero sin acoplarse a las dificultades de su enemigo. En el cuarto y ante un manso en varas, lo recibió en el último tercio de hinojos desde la boca de riego. El animal comenzó metiendo la cara en la muleta sacándole una tanda aseada por el derecho. Al cerrarlo en el tercio el novillo perdió movilidad y cuando lo intentó al natural su enemigo se fue rajando en la pelea, perdiendo la oportunidad de lucirse. A mi entender debió mantenerlo en los medios, pero…

Nek Romero recibió a su primero con la muleta en el anillo de la plaza, recetándole una tanda aseada de redondos bajándole la mano. El novillo transmitía muy poco. Lo intentó al natural pero a su labor le faltaba la esencia del mando y su enemigo buscando el amparo de las tablas, evitando con ello que su faena llegara a los tendidos. El quinto y como dije, fue un manso en toda regla. El torero lo intentó con la muleta pero el novillo salía suelto en la pelea. Consiguió pararlo en el 9 sometiéndolo por bajo, Pero el manso se encontró con las querencias y en esos terrenos intentó el toreo al natural, pero su intento no consiguió su objetivo. El novillo no dio para más.

Destacaría en la terna su disposición en los quites. Ese es un buen camino. Sin embargo el lucimiento con el percal, salvó Alejandro Chicharro en el sexto, brilló por su ausencia. En el toreo moderno solo se dedica atención al último tercio. Graso error.

©Pepeíllo.