Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros
“Bocinero y Alabardero destacaron en la tarde”
El coso colocó el cartel de “No hay billetes”. Los toros anunciados fueron tres de Victoriano del Rio y tres de Cortés, que aunque de la misma procedencia y ganadero, estos últimos fueron sustituidos por otros de V. del Rio. El ganado vino falto de casta y con más mansedumbre de la deseada, sobre todo en el caballo. Salvo el cuarto y sexto, que aliviaron la tarde, el juego ofrecido estuvo por debajo de lo esperado. El primero, el manso cuarto y el sexto fueron aplaudidos en el arrastre y el segundo fue pitado camino del desolladero.
Terna:
Terna:
Emilio de Justo: De azul soraya y oro. Tres pinchazos y otro pinchazo y descabello tras aviso. Silencio. En el cuarto estocada al rincón. Oreja.
Roca Rey: De verde pistacho y oro. Pinchazo que escupe y estocada desprendida saliéndose de la suerte. Silencio. En el quinto pinchazo que escupe y estocada saliéndose de la suerte y dos descabellos tras aviso. Silencio.
Tomás Rufo: De Verde oliva y oro. Dos pinchazos, aviso, otros dos pinchazos y descabello. Silencio. En el sexto pinchazo hondo, pinchazo sin soltar y estocada caída que vale. Vuelta al ruedo.
Tomás Rufo: De Verde oliva y oro. Dos pinchazos, aviso, otros dos pinchazos y descabello. Silencio. En el sexto pinchazo hondo, pinchazo sin soltar y estocada caída que vale. Vuelta al ruedo.
Presidente: D. José Luis González González.
No fue muy riguroso con el quinto, un animal que mostró signos de invalidez y no lo tuvo en cuenta para haberlo enviado a los corrales. Así no se preside el palco en la considerada, primera plaza del mundo
Suerte de varas:
Suerte de varas:
En esta ocasión los picadores cumplieron en su labor. Salvo Germán González en el cuarto que le tapó la salida, ninguno de sus compañeros llevó a cabo esa ventajista de castigar en exceso a sus enemigos y taparles la salida. Tampoco el ganado llegó a emocionar, no se empleó y manseó y los montados se limitaron a cumplir el expediente.
CUADRILLAS.
El torero de plata Fernando Sánchez se tuvo que desmonterar en la colocación de las banderillas en el tercero y sexto. En este toro también lo hizo Sergio Blasco. El Algabeño llevó a cabo una buena lidia en el cuarto.
TORO A TORO
1º Encaminado. N. 63. 565 Kg. Negro. Cinqueño. En la primera entrada al caballo empujó sin humillar y en la segundo topó en el peto limitándose a empujar sin fijeza.
2º Impuesto. N. 61. 566 kg. Negro. Cinqueño. Se agarró el picador arriba y el toro se dejó pegar. El animal terminó defendiéndose. En la segunda vara se limitó a marcar el castigo y su enemigo no llegó a emplearse.
3º Bisonte. N. 52. 563 kg. Negro. Cinqueño. Se defendió en la pelea y salió suelto, mostrando condición de manso. En la segunda entrada mostró gestos de mansedumbre y volvió a salir suelto.
4º Bocinero. N. 138. 614 kg. Negro. Cuatreño. En la primera entrada al caballo se dejó pegar y el piquero le tapó la salida. En la segunda topó en el peto al no sujetarlo en picador. Volvió a salir suelto.
5º Amante. N. 147. 577 kg. Negro listón. Cuatreño. Se defendió en la primera ocasión que se enfrentó al caballo. Cuando salió del peto perdió las manos En la segunda no se empleó y salió con pocas condiciones de agradar al público.
6º Alabardero. N. 85. 575 kg. Castaño. Cuatreño. En primera vara el picador se limitó a marcar el castigo. En la segunda lo mejor fue que el matador lo dejó en suerte con un capotazo. El picador no lo castigó.
CRONICA:
2º Impuesto. N. 61. 566 kg. Negro. Cinqueño. Se agarró el picador arriba y el toro se dejó pegar. El animal terminó defendiéndose. En la segunda vara se limitó a marcar el castigo y su enemigo no llegó a emplearse.
3º Bisonte. N. 52. 563 kg. Negro. Cinqueño. Se defendió en la pelea y salió suelto, mostrando condición de manso. En la segunda entrada mostró gestos de mansedumbre y volvió a salir suelto.
4º Bocinero. N. 138. 614 kg. Negro. Cuatreño. En la primera entrada al caballo se dejó pegar y el piquero le tapó la salida. En la segunda topó en el peto al no sujetarlo en picador. Volvió a salir suelto.
5º Amante. N. 147. 577 kg. Negro listón. Cuatreño. Se defendió en la primera ocasión que se enfrentó al caballo. Cuando salió del peto perdió las manos En la segunda no se empleó y salió con pocas condiciones de agradar al público.
6º Alabardero. N. 85. 575 kg. Castaño. Cuatreño. En primera vara el picador se limitó a marcar el castigo. En la segunda lo mejor fue que el matador lo dejó en suerte con un capotazo. El picador no lo castigó.
CRONICA:
Alabardero hizo cierto lo que está ocurrido en este feria: “no hay sexto malo”. Es verdad que el toro se toreó solo, pero Tomás Rufo estuvo a la altura que requería la exigencia de su enemigo. Alabardero no fue castigado en el caballo y manseó en la pelea, pero en el tercio de banderillas mostró movilidad y nobleza. El torero así lo entendió y cuando le puso la pañosa delante el animal no dejó de embestir. Con inspiración y temple, aprovechó la oportunidad que le ofreció Alabardero, mostrando un toreo rayando en la pureza. Su labor llegó a los tendidos y el triunfo lo tenía al alcance de la mano, una mano que le permitió lucirse con la muleta pero en la suerte suprema le dio la espalda. Así es el toreo y así serían las emociones que los tendidos sentirían con el torero toledano. En su primero se encontró con un animal que sorprendió su comportamiento. El torero, con disposición, lo recibió de muleta de hinojos, dando una tanda a un toro que acudía a la muleta con alegría. Pero fue un espejismo, después de una serie de redondos sin descomponer la figura, el animal comenzó a quedarse corto y defendiéndose en la pelea. Lo intentó al natural y le puso los pitones en la hombrera, volvió a intentarlo por el derecho y el toro se le marchó a tablas. No hubo más que resaltar.
Emilio de Justo al recibir de capote a su primero, el toro se desplazaba por ambos pitones, pero su labor no llegó a los tendidos. Hizo su quite Roca Rey y le respondió Justo con unas chicuelinas y una media con sabor. Con la muleta intentó sacar a su enemigo a los medios y el toro soltaba la cara en los embroques. Dio unas tandas cambiándole los terrenos pero sin llegar a ajustar su muleta con el temple. Lo intentó al natural por ambas manos sin conseguir acoplarse. Bocinero salió en cuarto lugar. Fue recibido con el capote por Justo sin lucimiento, y el animal acudía con las manitas por delante. También en esta ocasión Roca Rey realizó su quite pero sin dejar huella de su toreo. Con la muleta comenzó su labor sometiéndolo por bajo y el animal dobló las manos en su entrega. Templó con la derecha dos tandas aseadas. Se vio dispuesto al cacereño pero el toro no tenía recorrido. Su labor consistió en sacarle a la nobleza de su enemigo lo que no tenía. Con una estocada al rincón su labor se vio premiada con una oreja.
Roca Rey, vino como “Rey”, que para eso llenó la plaza, supongo, y se marchó como servidor de sus dos enemigos. Servidor en primer lugar de Impuesto, primero de su lote, que después de recibirlo con el capote con más pena que gloria, cuando tomó la muleta y, después del brindis a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, ante un toro que no se entregó en la pelea, el astro Rey le receto un latigazo con el fin de fijarlo. El manso en sus intenciones tenía que torear, y el torero tomó sus precauciones citando sin colocarse. Lo intentó por el izquierdo, su pitón bueno, pero el peruano no quiso entenderlo así. Y ante las exigencias del manso, el servidor decidió tomar el acero al no ver facilidades para el lucimiento. Muchos capotazos recibió Amante al aparecer en el ruedo, segundo del lote del Rey Roca, pero ninguno sirvió para fijarlo. Estos astros vienen de anunciarse en plazas que solo valoran lo que ofrecen con la muleta y estos detalles en el toreo moderno no puntúan en los exámenes que los neo aficionados corrigen desde los tendidos. Así que iremos a otros detalles. Ante un toro que fue protestado por su debilidad en el caballo, el Rey Roca, brindó. Y ante un animal que le costaba mantenerse de pie, volvió a ser servidor para intentar mantener a su rey en pie. Como colofón de su faena tuvo que sacar de nuevo a los medios al rey después de haberlo cerrado en tablas. ¿Sigo…?
Roca Rey, vino como “Rey”, que para eso llenó la plaza, supongo, y se marchó como servidor de sus dos enemigos. Servidor en primer lugar de Impuesto, primero de su lote, que después de recibirlo con el capote con más pena que gloria, cuando tomó la muleta y, después del brindis a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, ante un toro que no se entregó en la pelea, el astro Rey le receto un latigazo con el fin de fijarlo. El manso en sus intenciones tenía que torear, y el torero tomó sus precauciones citando sin colocarse. Lo intentó por el izquierdo, su pitón bueno, pero el peruano no quiso entenderlo así. Y ante las exigencias del manso, el servidor decidió tomar el acero al no ver facilidades para el lucimiento. Muchos capotazos recibió Amante al aparecer en el ruedo, segundo del lote del Rey Roca, pero ninguno sirvió para fijarlo. Estos astros vienen de anunciarse en plazas que solo valoran lo que ofrecen con la muleta y estos detalles en el toreo moderno no puntúan en los exámenes que los neo aficionados corrigen desde los tendidos. Así que iremos a otros detalles. Ante un toro que fue protestado por su debilidad en el caballo, el Rey Roca, brindó. Y ante un animal que le costaba mantenerse de pie, volvió a ser servidor para intentar mantener a su rey en pie. Como colofón de su faena tuvo que sacar de nuevo a los medios al rey después de haberlo cerrado en tablas. ¿Sigo…?
©Pepeíllo.
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