sábado, 7 de junio de 2025

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros

Feria de San Isidro: 26ª y última de feria.

“Tarde muy variada”

En el 26ª festejo de San Isidro se corrieron toros de Adolfo Martín con sangre Albaserrada. Mal presentados, flojos de remos y algunos como el segundo, quinto y sexto desarrollando durante la lidia el sentido que da la casta. Antes de comenzar el festejo se puso el cartel de “No hay billetes”. El cuarto fue devuelto a los corrales al quedarse parado durante la lidia, después del tercio de varas, mostrando tener problemas de movilidad de los cuartos traseros. Intentaron meterlo en los corrales, por una parte los cabestros de Florito y por otra Ferrera con el capote, pero el toro se echó frente a toriles y hubo que apuntillarlo con el previo permiso a la presidencia. En su lugar salió un sobrero de Martín Lorca “corraleado” en varios apartados. Varios de ellos fueron pitados en el arrastre.

Terna:

Antonio Ferrera: De blanco y oro. Estocada trasera tras aviso. Aplausos. En el cuarto estocada casi entera. Silencio.

Fernando Robleño: De marino y oro. Estocada desprendida. Silencio. En el quinto estocada casi entera que vale. El presidente le tuvo que enviar un aviso. Vuelta al ruedo.

Manuel Escribano: De verde botella y oro. Pinchazo y estocada baja tras aviso. Silencio. En el sexto estocada baja, aviso. Silencio.

Presidente: D. José María Fernández Egea

Devolvió el cuarto al inutilizarse durante la lidia para evitar un escándalo. Por lo demás, sin problemas. .

Suerte de varas.

Los picadores en su línea. Picando en los bajos, rectificando, tapándoles la salida a los animales. En una palabra, lo de siempre. En el cuarto no se puede dar una opinión de lo que le ocurrió al toro, solo que cambió su comportamiento después de la suerte de varas.

CUADRILLAS.

Las cuadrillas en general cumplieron con su cometido. En el sexto Felipe Proenza corrió el toro a una mano. Suerte que fue muy aplaudida.

TORO A TORO.

1º Sevillano. N. 80. 605 Kg. Cárdeno. Cinqueño. En la primera entrada el toro se empleó y el picador también pero castigándolo. En la segunda vara el piquero marró, se agarró en el segundo intento y el animal no se empleó.

2º Madroñito. N. 26. 542 kg. Cárdeno. Cinqueño. En la primera se emplearon tanto el picador como el toro, pero tapándole la salida. En la segunda el toro se repuchó y no se empleó.

3º Baratero. 30. 563 Kg. Castaño. Cárdeno. Se limitó a sujetarlo el picador, en la segunda entrada el toro no se empleó ni el picador se excedió en el castigo.

4º Rociero. N. 38. 615 kg. Colorado. Cuatreño. Acudió suelto y recibió un picotazo en la primera entrada, en la segunda acudió suelto y salió suelto. En la tercera cumplió el mismo guión.

5º Aviador. N. 12. 576 kg. Cárdeno. Cinqueño. Fue castigado bajo, le tapó la salida y el toro no se empleó. En la segunda entrada de nuevo fue castigado bajo.

6º Madroño. N. 90. 545 kg. Cárdeno. Cinqueño. En la primer entrada acudió sin poner en suerte, el piquero le tapó la salida y lo castigó. En la segunda se arrancó de largo, pero se repuchó en la pelea y salió suelto.

CRONICA.

Los adolfos ofrecieron diversidad incluso de discusión. Estuvo mal presentada, poniendo en entredicho si este ganadero podía permitirse lidiar dos tardes tan seguidas como lo ha hecho, en marzo y ayer, fue blanda y algunos ejemplares con muchas dificultades, sobre todo en el último tercio, lo que demostró que las muletas poderosas que impusieran su ley a este tipo de ganado no aparecieron. El primero de Ferrera fue un animal blando y soso con unas embestidas más propias de buey de carreta y el torero en lugar de abreviar, se puso a tratarlo como si de un toro bravo y encastado se tratara. Lo más emotivo de la faena fue el brindis que le dedicó a F. Robleño en el centro del ruedo. Fue un detalle. Sin embargo Robleño se encontró en su primero lo contrario. Un animal que después de someterlo por bajo y sacarlo a la segunda raya de picadores, el toro ya se había orientado y no se dejó engañar. Hasta aquí todo normal y dentro del guión del encaste, pero se puso pesado. El tercero de nombre Baratero, nombre de reata en la ganadería que dio fama a este encaste por los años sesenta, le tocó en suerte a Escribano, que después de no mostrar nada novedoso en el tercio de banderillas, cuando el animal llegó a la muleta lo primero que hizo fue perder las manos, y lo segundo hacerse dueño de la pelea que mantuvo con el de Gerena. El sevillano lo trató como si de un toro de “mercadillo” se tratara, y el Adolfo, no tragó la ofensa. Se le coló tres veces por el derecho y por el izquierdo le dijo que nones. Escribano se limitó a ofrecer dignidad a los gañafones que la alimaña respondía a su oferta. Lo bueno fue que el torero salió indemne de la confrontación. Le llegó el turno a Ferrera en su segundo, que tuvo que enfrentarse a un sobrero de Martín Lorca, tanto toro como torero no dejaron nada para escribir. Salió el quinto y de nuevo tuvimos sobre el albero a Robleño en esta ocasión frente a Aviador. El torero lo intentó por el pitón izquierdo pero el toro no tuvo recorrido por ningún lado, el madrileño se puso a pegar medios pases tratando de cumplir el expediente, y como el animal no pasaba, lo completaba el torero con voluntad. Fue una pena, que un torero de Madrid, tuviera que despedirse de esta manera de “su San Isidro”. Bueno supongo que quedará la Feria de Otoño, pero eso no depende de los aficionados. Solo quedaba en la tarde casi noche, lo que ofreció Madroño, que salió en sexto lugar. El torero se puso delante de toriles dispuesto a todo y después de recibirlo con una larga cambiada, volvió a repetir la suerte en el tendido 2. Se estiró con el capote teniendo como respuesta las protestas de los tendidos por la falta de presentación de su enemigo, presentación que se tradujo en el último tercio apretando a la muleta que le presentaba Escribano. Lo sacó a los medios y casi se lo lleva por delante. La casta es la casta, incluso en las raspas que muestra en ocasiones el encaste albaserrada. Lo intentó por el izquierdo y cometió dos errores, se confió y quiso ponerse bonito y no bajarle la mano en ningún momento y la alimaña le diría que bromas como esas, las justas. El animal sabía lo que dejaba atrás y volvió a ponerle en aprietos. Cuando se enteró de lo que tenía delante, intentó someterlo por bajo, pero ya la lección la había dictado y el toro tomó buena nota de ella.

Olvidaba el tercio de banderillas del sexto. Gustó el tercer par, pero se apoyó en un pitón. Algo es algo y poco a poco la afición terminará reconociendo tu valía como rehiletero. 

©Pepeíllo.

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